30 octubre 2006

Uno de mis comienzos favoritos...

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta.

Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.

Lolita, de Vladimir Nabokov (París, 1955).

5 comentarios:

Lara dijo...

Yo TENÍA pensado colgar justo ese comienzo. Así que no te digo más.

isobaras dijo...

Lolita... y sobre todo Nabokov... ay.

Anónimo dijo...

Qué surgencias, qué turgencias, qué sugerencias :D. Otro que me falta en mi lista.

MSalieri dijo...

Lo leí por recomendación marital... y flipé con Nabokov y con su historia. Acabé el primer párrafo y ya me tenía bien cogido.

NáN dijo...

¿Conocéis el chiste de la cabra, que está comiendo un vídeo y cuando le preguntan si está bueno responde "¡Me gustó más el libro!"?

Pues a mí al revés (claro que leí una traducción). Por supuesto, no la versión moderna, con esa Lolita que es un robot cárnico para excitar a zombies demasiado televisivos, como Tanartino, sino la de Kubrick (uno ha de dejar bien alto su pendón de pedante) con James Mason, el mejor Peter Sellers, en el papel de Quilty, y una Sue Lyon que sabía que era mala y sacaba lo peor de cada uno de nosotros. (¡Cambio cromos a color de Sue Lyon).

Isobaras, creo que antes o después hablaremos de Nabokov.