30 diciembre 2008

De Verónica


Soy un hijo de puta, pero si pellizcas mis labios le doy candela al corazón. Jugamos en un cuarto, los besos pájaros enredados, hojas de palmera, banderas podridas. Soy un hijo de puta el noventa por ciento de la semana, peleo con sombras, defiendo mi reino cochambroso, capullito pelado con el cerebro adormecido. Verónica, mastico tu nombre, y tus labios laten con malicia. Soy, te lo digo, un hijo de puta. Sabes cuánto duele y cómo me esfuerzo.

Cuando llorar no es suficiente recompondrás las piezas.

Di que me amas, dilo otra vez, dilo o, mejor, despega hacia la estratosfera, despliega máscaras con abrasiones de saliva, la mascarada de nuestro amor suicida.

Fallé.

Lo sé y lo siento.

Mi propia voz en off repite palabras, y si te vas me arrolla el frío, un coche cruje mi costillar y mi corbata, abrazado a los peces nocturnos con los ojos abiertos que copulan unos sobre otros en la profundidad azul petróleo del mar de los sargazos, y bebo cocacola entre tus muslos, escapo del tenedor eléctrico y esnifo cadaverina.

Somos viajeros siderales en un cuarto con vistas al desagüe, un animal hambriento en nuestra habitación secreta.

Lejos de tu boca, nena, soy, lo sé, un chucho acobardado, condenado a estar solo, medio muerto o medio vivo, y discretamente, poco a poco, meto la mano entre tus bragas, experimento tu carne nómada, solo y contigo, encolado, encoñado, encamado a tu clítoris como una bala de plata rosa.

Solo contigo, solo por ti, ya mereció la pena.


Julio Valdeón Blanco (Valladolid, 1976)

Primer capítulo de Verónica

25 diciembre 2008

De El amante

RICHARD: Oh, a propósito... La verdad es que quería preguntarte algo.

SARAH: ¿Qué?

RICHARD: ¿Alguna vez se te ocurre que mientras te pasas la tarde siéndome infiel yo estoy en mi escritorio repasando balances y gráficos?

SARAH: Qué pregunta más rara.

RICHARD: No, tengo curiosidad.

SARAH: Nunca me lo habías preguntado.

RICHARD: Siempre quise saber.


Harold Pinter
(Londres, 1930-2008)

Fragmento de El amante (1963)

Edición de Losada, 2005, traducción de Rafael Spregelburd

15 diciembre 2008

Cartas a un joven poeta



También el arte es sólo un modo de vivir. Aun viviendo de cualquier manera, puede uno prepararse para el arte, sin saberlo. En cualquier realidad se está más cerca de él que en las carreras irreales, artísticas a medias, que, aparentando cierto allegamiento al arte, en la práctica niegan y socavan la existencia de todo arte. Como lo hacen, por ejemplo, el periodismo en su totalidad, casi toda la crítica profesional, y las tres cuartas partes de lo que se llama y quiere llamarse literatura.


Rainer María Rilke.
Cartas a un joven poeta