11 febrero 2007

Hay una leve luz caída
entre las hojas de la tarde
:::::::::::::::::::::::::::Dame
tu mano y cruza
de puntillas conmigo
para nunca pisarla,
para no arder tan tenue
en sus dormidas brasas
y consumirte lenta
en el perfil del aire.



De Octubre, José Ángel Valente (Orense 1929 - Ginebra 2000)

27 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay, no solo el placer de que aparezcas, sino que además lo hagas con un poema que parece que Valente escribiera prefigurándote.

Porque casi palabra a palabra define lo que de ti muestras (pocas veces, como con una leve luz, de puntillas y lenta en el perfil del aire, que ha decidido hoy tener perfil por ti).

Aunque sea Igor, no hago sino repetir la emoción que leí en los ojos de NáN cuando leía él lo que habías dejado.

Lara dijo...

Nena... ¿dónde te metes?

Valente y tú sois tan bienvenidos.

Espero que estés robando felicidad por ahí abajo...

Gerardo dijo...

Uff que fino poema, no conozco nada de Valente. Gracias, muy lindo.

isobaras dijo...

¡Estoy de mudanzas! Además primeriza, así que imaginaros. Lara: ¡me voy a la calle Feria!. Me alegra mucho leeros a todos. Tengo que ponerme al día. Besos a los míos de siempre, también a los nuevos.

Miguel Marqués dijo...

¡¡Hola niña del cine!! Igor a fuerza de insistir nos convencerá de que siempre andas de puntillas y que eres dueña del savoir apparaître y más fina que un coral. Como este poema, que me ha sugerido mucho.

Valente pasó los últimos años de su vida en Almería, en una casa de las de siempre, con azotea, zaguán y puertas altísimas, en la calle que ahora lleva su nombre. De la desnudez de la tierra y la gente algo sacó para verterlo en palabras en un cubo grande, pesado y misterioso que en la ciudad, por desgracia, poca gente reconoce haber visto alguna vez. Y menos aún son los que en él han metido los pies.

Yo apenas he leído a Valente... ooootra (como diría Oleksuczka) asignatura pendiente.

En su casa, cerca de la Catedral y el convento de las Puras (Puras, con r) han creado algún tipo de centro cultural-social-museográfica que tuvo mucho rimbombo en la prensa local.

Yo me imagino orensano como él y envidio ese impulso que le llevó a esconderse en la almedina almeriense, en una casa fresca y amarilla. Una huida esquinada a un desierto literario, cultural y conceptual. Yo creo que haría lo mismo, si buscara algo parecido a lo que él, no tardaría en buscar un hórreo en la costa del concello de Santiago, o una casa estilo victoriano en el casco húmedo de La Coruña, por ahí por encima de la plaza de María Pita, vistas al Atlántico más Atlántico.

Pero estando en Madrid, ¿cuál es mi esquina contraria?

Anónimo dijo...

Valente procura tanto que no se note que dice algo, que al final no dice nada. No me dice, quiero decir.
Como esos minipoemas japoneses del almendro en flor y el arroyo y... Y se supone que detrás hay algo inmenso, metafísico, pero tan delicado y suave que se romperá si tratas de entenderlo de un modo convencional.
Pues se rompe, es verdad.
Porque yo no lo entiendo.
Ni a los japonenes ni a Valente, que me parece el anverso de Gil de Biedma, justo lo contrario. Así de gélido.

olusia dijo...

bah, yo con los haikus no me como la cabeza, ni con la poesía- si no la entiendo, es que no ha sido escrita para mí, o que tengo que cocerla a fuego lento, y de paso adquirir algún que otro ingrediente que me falta. a veces sólo consigo apreciar la belleza de la rima (o su falta), el tango de las palabras, la forma, sin encontar la esencia, como en este caso, en fin...

después de todo
la muerte es sólo un síntoma
de que hubo vida
(este es de benedetti)

(y este otro de borges)
Callan las cuerdas.
La música sabía
lo que yo siento.

Anónimo dijo...

pero es que ésos son tan hermosos...

olusia dijo...

lo son, y además, comprensibles!

NáN dijo...

Lo que es hermosa es esta reunión que acabo de sorprender.

Nada de fuego lento O., todo lo contrario. Nos empeñamos en "desgustar" la poesía a poquitos... y esos "poquitos" no nos dicen nada. La base es el sonido que presta vibración a las palabras.

Tachad esa última frase. Lo cuento más fácil. Imaginad alguien que desconoce la música clásica pone la 5ª de Beethoven, pero escucha solo la primera parte del primer movimiento, diciéndose que eso es belleza y que cuando le maraville pasará a otra parte. No le maravilla, claro, y pasa a otra parte que tampoco... Al final decide que la música no le gusta.

En cambio otro amigo pone el disco entero, como no está acostumbrado a esa música no le hace demasiada gracia, pero hay momentos en los que cree reconocer unas notas.

Vuelve a oírla entera una segunda vez, días después, empieza a reconocer trozos que se repiten y cada vez le gusta más: ¡ya es suya la 5ª de Beethoven! Reconoce compases tocados casi igual pero por otros instrumentos, anticipa las notas que van a sonar: ¡fue a por el todo y ganó las partes!

A mí no me gustó la poesía hasta que dejé de dar "bocaditos" desganados y empecé a tragarme el libro entero, como un relato. Lo que me llama la atención lo subrayo y sigo adelante. Como la poesía se lee rápido, al llegar al final del libro vuelvo al principio y hago una segunda lectura... luego repito con otro libro de ese poeta... ¡y ya es mío! Su sonido y sus palabras vibran en mí (a no ser que haya abandonado su lectura porque nada vibraba).

Ya me contarás.

Anónimo dijo...

sí, lo bueno de la poesía es que se lee rápido

olusia dijo...

no sé, no me convence, la empiria me cuenta otras cosas, dice que un poema me gustará sólo cuando esté preparada para él, ni antes, ni después, y que no importan las veces que lo lea, sino lo que pase en los intermedios. y yo lo hago así, me lo leo todo, como las enciclopedias cuando era chica, de la primera hasta la última página, pero sólo me paro en lo que entiendo, o en aquello que algo me dice que algún día podré entender

Pablo Gutiérrez dijo...

Claro que no me refería al Martín Fierro, precisamente.
Con eso te dan las tantas.

NáN dijo...

Perdónenme, que les había dejado con la palabra en la boca (¡qué desconsiderado!).

Antes de olvidarme de que estaban ustedes en el saloncito e irme a mis cosas (entre ellas dormir, porque a las cuatro.quince sonaban los despertadores para que ella coja un avión para Londres que sale a una hora que no es normal que las personas y los aviones decentes anden por las calles y los cielos); antes de ese olvido, les hablaba o les iba a hablar de que

la poesía es una bebida de trago largo (y cuantos más tragos en la misma sesión, mejor).

la poesía no se lee rápido, sino muy lento y con muchos silencios. Es como la música, en la que los buenos compositores, además de la elección de las notas, han distribuido perfectamente abundantes silencios (no como la música militar, que va casi toda seguida para que los soldados acierten a pisar con el pie al mismo tiempo y den imagen de eficacia, tuurruchúnturruchunda talántalún).
Por ejemplo, si se molestán ustedes en bajar al magnífico poema de abajo y van a la parte de los paréntesis, he cogido un cronómetro y he leído esos versos como si fueran una enciclopedia (algo menos de 4 segundos); después los he leído con las pausas que se deben imprimir: 16 segundos.

Así que digamos que la poesía se lee pronto, por todos los huecos que tiene, pero lento.

Y ya que estamos en el poema de abajo, el que empieza "Se supone que el mar es la gran cosa. Se supone que sabe casi todo. Que sabe a sal." El que dice que todos aceptamos que el mar es como la hostia (y además añade ese truco tan bonito de que el mar sabe algo (todo) y además sabe a algo).

Luego viene la esencia, lo de "Ella y yo. Nosotros fuimos ella y yo", para terminar con esa rotundidad de "Y le sugiero al mar que se retire."

¡Se lo dice nada menos que al mar!

¿No es hermosa esa brutalidad de escala?

Ese endecasílabo que dura en el tiempo y vibra en el aire: le sugiero_al mar queseretire.


Isobaras y Valente nos miran sin dar crédito: ¡¿Y nuestro poema?!, que es el de esta entrada y no se habla.

Ah, claro, sí. Lo levísimo y depurado (no el haiku). Es etapa de llegada, no de salida.

En vez de música, rcuerdo una exposición retrospectiva de dibujos de Matisse. Los de los primeros años estaban formados por centenares de trazos. En los últimos, recuerdo un rostro muy expresivo hecho con cinco trazos que decía más que los primeros. Así es la poesía de Valente. Tiene que existir. En la vida se comparte el espacio con cuerpos de todo tipo hasta que se va eligiendo, y el que cruza el aire como si se trasladara en él no debe faltar antes de ir tomando decisiones. Como tampoco deben faltar poemas como estos de Valente (con la ventaja de que los sigues compartiendo para siempre).

Anónimo dijo...

Copio tu comentario y lo guardo en una carpeta donde pone grandeNán.

Rober dijo...

El verbo.

Recomponer el mundo
para ir añadiendo
sobre una muerte otra
hasta alcanzar el tiempo
que se va por el ojo
de la luz del puente.

Banderas sumergidas.
Noche
y soledad.
Palpita el verbo.

(J. A. Valente)

Anónimo dijo...

¿no te pasas, je, jé, Coleccionista, sobrevalorando los rugidos de los osos viejos y gordos?

olusia dijo...

el poemario de szymborska me duró un té, de él cuatro poemas me guiñaron el ojo, con esos cuatro pasé el resto de la tarde. puede que en unos años, vuelva a leer ese poemario, y puede que entonces necesite más tardes, o puede que ya ninguna.

Anónimo dijo...

la cuestión es: ¿cuánto dura el té de una olusia que lee un poemario de una dama polaca? Porque a lo mejor, seguro que soy un pedante al decir esto, pero a lo mejor lees demasiado rápido... ¡pero relées magnificamente!

Sois todos un verdadero encanto. Me gusta decirlo así, con esa expresión de anciana dama inglesa. El poema puesto por Robel es digno de recordarse... y arriba nos espera Brines.

Casar, Valente, Brines... ¡Ay, si no me hubieran autoexpulsado de las playas ponía uno de Gil de Biedma! (o falla la gramática o yerra mi cabeza).

Besos, besos y besos.

MSalieri dijo...

Cómo os envidio... Ya sabéis que a mí la poesía no me dice nada de nada, ni lento ni rápido, ni p'alante y p'atrás... Creo que si hay algún gen para ser sensible a la poesía a mí no me lo pusieron... y lo tengo reclamado en las más altas instancias, sin respuesta, por cierto.

Cuando me pongo delante de unos versos (de los más aclamados, que así la prueba es más fiable), sólo veo artificio, letras malabares, como piezas engarzadas para crear un efecto que me deja frío. Y cuando veo la historia que trata de contar (si la hay) imagino cómo sería en prosa... y la echo de menos, snif.

Y cuando os veo por aquí, sensibles a los versos de algún poeta, me da tanta rabia...

(me pasa lo mismo con la pintura y escultura; no con la música o el teatro; ¿es grave, doctores?)

Sobre eso de que algo te acabe gustando de tanto leerlo/oírlo/verlo (incluso no siendo lo mejor del mundo) habrá que rascar algo más (cada grupo/generación/tribu urbana se engancha a un movimiento musical, el que le toca, ¿es porque es mejor que el anterior o simplemente porque lo ha oído más...? ;))

olusia dijo...

yo también prefiero la prosa, que muchas veces me parece más poética que la más poética de las poesías, y siempre más verdadera y más cercana; si ya lo decían los sabios: para gustos- colores.

p.d. depende de si está servido en un cup, mug o cuenco de un litro NáN, y el té sí- a sorbitos, pequeños, desde que quema hasta que ya está frío, diminutas y deliciosas porciones de felicidad pura, aromático remedio contra todos los males, quien se lo beba de un trago lo profana y no tiene perdón :P

olusia dijo...

y el poema de brines?

NáN dijo...

Yo ya protesté, Olusia, donde el corazón pesa.

Brines.

Todo va desapareciendo.

Si por la mañana estuviera Brines, nos sentiríamos menos cansados. Seguro.

Si todo lo que nos va faltando se recompusiera, el goretex palpitaría con más brillo. Seguro.

Pero quién va a volver, si no van quedando sitios donde se conceda el mundo.

NáN dijo...

me han dicho en otro lado que el mundo lo tengo concedido. Y que Brines volverá. Así que en un arranque de ánimo me he vuelto a hacer gitano playero.

¿Qué tal va todo, coleguis?

En cuanto vea la ocasión propicia, ayudaré a que esto parezca la playa de San Juan en agosto. Pero todo muy políticamente correcto, por supuesto, claro, cómo no.

Miguel Marqués dijo...

Cuanto más me gusta la poesía, menos malabares hace (aunque yo intente hacerlos cuando intento escribir poesía). La poesía pocas veces quiere hacer malabares, verla así es no verla, creo yo. O es verla de una manera incompleta (y yo la veo de maneras incompletísimas a menudo). Lo otro no creo que consista en decir "qué rabia, no me gusta". Es peor que te guste algo que no puedes compartir, que no compartir algo que gusta a otros.

Más o menos, o similar.

Miguel Marqués dijo...

Un cortometraje sobre Valente:

29letras inicia el rodaje de un documental que aborda el paso de Valente por Almería

La productora almeriense 29letras iniciará el día 29 de junio el rodaje del documental titulado 'El lugar del poeta', que aborda la relación del poeta gallego José Ángel Valente con la ciudad y provincia de Almería y su paisaje.

David del Águila, productor y director del documental, ha anunciado que el rodaje durará tres semanas y se desarrollará en localizaciones del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, Desierto de Tabernas y el casco histórico de la capital almeriense, donde se encuentra la casa en la que el poeta residió durante 15 años y será también escenario de alguna de sus secuencias.

A continuación, el equipo se trasladará a Marrakech (Marruecos), donde entrevistará al escritor Juan Goytisolo, amigo personal de José Angel Valente y "una de las personas que contribuyó a que Valente conociese la tierra almeriense".

El documental combinará, así, testimonios de personas que convivieron de cerca con Valente --entre los que se encuentran Ramón de Torres, Fernando García Lara, Hermelindo Castro, José Antonio López Alemán, José Guirao, Manuel Falces y Pepe 'El Barbero'-- con poemas del autor a los que pondrá voz el actor José Sacristán.

El proyecto cuenta con la colaboración de distintas administraciones de la provincia y de la comunidad andaluza como son la Consejería de Cultura y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el Patronato Provincial de Turismo, el Ayuntamiento de Níjar o el Ayuntamiento de Almería.

29Letras, productora almeriense especializada en la producción de cortometrajes y documentales, emprende con 'El lugar del poeta' su segundo proyecto en 2006 tras la producción del corto 'Desconocidos' de David del Águila, que se estrena en Almería el día 2 de junio en el marco del V Festival Internacional de Cortometrajes 'Almería en corto' que se celebra estos días en la provincia de Almería.

Anónimo dijo...

hola a todos el documental sobre valente no es un cortometraje, dura casi una hora. Tuve la suerte de verlo hace poco en un Festival en Malaga y me parecio buenisimo, totalmente recomendable para los amantes y los no amantes de Valente, un gran trabajo.su pagina Web es www.29letras.com/ellugardelpoeta por si quereis echarle un vistazo