Santiago Alba Rico vivía en El Cairo cuando nació en 1992 su hija Lucía. En una de estas sesiones interminables de gritos, el padre primerizo tomó al bebé en una mano y en la otra la Divina Comedia y, a grandes zancadas, comenzó a desgranar en voz alta los versos de Dante: «La combinación tuvo un efecto ansiolítico inmediato, para ella y para mí, y pocos minutos después pude seguir leyendo sentado al lado de la cuna», cuenta el filósofo en Leer con niños (Caballo de Troya). A partir de entonces, utilizó para tranquilizar a la niña la lectura, «la más dura de las drogas». Cuando nació su segundo hijo, la lectura en voz alta se había extendido a los viajes, las siestas frustradas de las vacaciones o las salas de espera del dentista. Los mitos griegos, personajes creados para ellos y obras indispensables que van desde Herodoto a Carson McCullers, cayeron y siguen cayendo en esas lecturas familiares. Ahora la familia vive en Túnez y anda enfrascada con Kafka.
«No hay peligro en tomarse en serio las novelas porque cuando uno se toma en serio la ficción esa seriedad se proyecta a otras cosas. El peligro es cuando no se toma en serio la realidad y todo se convierte en pasatiempo, como el hecho de estar viendo una información sin distinguir entre las torturas en Abu Ghraib y la Pasarela Cibeles».
[En el reportaje-entrevista realizado por Amelia Castilla a Santiago Alba Rico aparecido en el número 841 de Babelia, El País, sábado 5 de enero de 2008].
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7 comentarios:
y ¿este último párrafo tiene algo-mucho-cuánto que ver con, entre otras cosas, mis apreciaciones sobre la superficialidad del lenguaje?
un beso, y quince
Cero absoluto, tiene que ver. El primero está puesto por la oralidad, de la que vamos participando. El segundo como homenaje a la ficción en cuanto que nos permite una atención que puede (y yo creo que debe) extenderse al resto de la vida.
Buenas noches. Si hay alguien al aparato que me ayude. ¿Cómo uedo darle forma a mi relato sobre el vidente africano? La idea ya la tengo, pero no consigo escribirla, coño.
Vale, ya sé que soy lo peor, aquí haciendo los deberes a última hora, como cuando estaba en el cole...
Ah, vale, Nán, no sé, es que me había parecido. Pero es que tengo la cabeza embotada con el Sarif.
Conde, uf, a quién vas a preguntar. Yo lo estoy haciendo ahora también, y voy a contrarreloj, fatal, mañana al final curro y tengo que levantarme tempranísimo!
Pero bueno, el cuándo y el cómo son lo de menos, ¿no?
Ánimo!!!!!!!
Venga, venga, que al final sale.
Más ánimos desde aquí...
K
(por cierto, me ha encantado el último párrafo)
'cuando no se toma en serio la realidad y todo se convierte en pasatiempo' o cuando se toma en serio el pasatiempo y todo se convierte en realidad... qué será más peligroso
a veces no se distingue
y se suben a la misma balanza todos los hechos, se dan codazos las informaciones entre miles de muertos que ya no gritan y una pasarela de chillonas ...
el pan de cada día
mierda de gate keeper
je, del Babelia yo también habría recortao el parrafito.
¿Habéis leído la poesía de Kapuscinski? La publica, completa, Bartleby Editores...
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