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Acabas de cumplir ochenta y dos años. Has encogido seis centímetros, no pesas más de cuarenta y cinco kilos, y todavía guardas la gracia deseable de la hermosura. Hace cincuenta y ocho años que vivimos juntos y te amo más que nunca. Hace poco he vuelto a enamorarme de ti y llevo en mi seno, de nuevo, un vacío devorador que sólo colma tu cuerpo apretado contra el mío. Por las noches veo a veces la silueta de un hombre sobre una carretera vacía que atraviesa un paisaje desierto. El hombre camina tras un coche fúnebre, y el coche fúnebre te lleva a ti. No quiero asistir a tu incineración, no quiero que me envíen un bocal con tus cenizas. Oigo la voz de Kathleen Ferrier que canta «Die welt ist leer, Ich will nicht leben mehr», y me despierto. Acecho tu aliento, mi mano te roza. A los dos nos gustaría no tener que sobrevivir al otro. Y nos dijimos que si, por imposible que parezca, tenemos una segunda vida, querremos vivirla juntos.
Carta a D. (Historia de un amor), de André Gorz (Viena, 1923 - Vosnon, cerca de Troyes, Francia, 2007)
[Mi traducción]
(En la foto, André y Dorine, en 1947)
7 comentarios:
A algunos os sonará este texto y esta entrada, que está copiada a cara perro de mi blog :D Intertextualidad señores!
La razón porque lo reproduzco aquí es que Carta a D. acaba de salir publicada en España, en Paidós (no he sabido aún quién la tradujo). El País dio cuenta de ello hace unas semanas en su sección de Cultura: http://bp1.blogger.com/_BJkzOtDu-Z4/R9gn47UobPI/AAAAAAAAAJ4/cSa-rGagc9Y/s320/Andredorine1947.jpg
¡Abrazos a todos!
¿No se terminan suicidando ambos por tener ella Alzheimer o algo parecido?
Duro, duro.
Duro, pero bello.
Como el amor, supongo.
Qué bonito, Miguel. Gracias por traer este texto a las Playas de Siberia...
besos y magia,
K
Me encoge.
Sí, en realidad no sé de qué murió ella, pero fue una enfermedad larga. Y se suicidaron juntos, sí.
Precioso, se me quedó rondando desde que lo leí en tu blog por primera vez y me encanta verlo por aquí y saber que se ha publicado en España.
Triste, triste, triste...
A veces creo que es tan doloroso el amor como el desamor.
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