14 octubre 2008

Fin de otoño en Venecia


Para Nán, veneciano convencido

Ahora ya la ciudad no flota como un cebo
que captura todos los días que asoman.
Los palacios de vidrio suenan más quebradizos
a tu mirada. Y de los jardines cuelga

el verano como un montón de marionetas,
cabeza abajo, cansado, asesinado.
Pero del fondo de los viejos esqueletos del bosque
brota voluntad: como si de la noche al día

el general del mar fuera a doblar
las galeras en el arsenal vigilante,
para calafatear el aire ya cercano del alba

con una flota que a fuerza de remos se congrega
y bruscamente, amaneciendo con todos los estandartes,
posee el viento grandioso, radiante y fatal.

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Spätherbst in Venedig

Nun treibt die Stadt schon nicht mehr wie ein Köder,
der alle aufgetauchen Tage fängt.
Die gläsernen Paläste klingen spröder
an deinen Blick. Und aus den Gärten hängt

der Sommer wie ein Haufen Marionetten
Kopfüber, müde, umgebracht.
Aber vom Grund aus alten Waldskeletten
steigt Willen auf: als sollte über Nacht

der General des Meeres die Galeeren
verdoppeln in dem wachen Arsenal,
un schon die nächste Morgenluft zu teeren

mit einer Flotte, welche ruderschlagend
sich drängt und jäh, mit allen Flaggen tagend,
den groBen Wind hat, strahlend und fatal.

Reproduzco el soneto en alemán para que, quien pueda leerlo en dicha lengua, lo saboree como es debido; pero también, en general, para que podáis apreciar mejor su rima y musicalidad.
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Rainer Maria Rilke, Neue Gedichte (Nuevos poemas), recogido en Elegías de Duino, Los sonetos a Orfeo y otros poemas seguido de Cartas a un joven poeta, edición bilingüe de Eustaquio Barjau y Joan Parra. Círculo de Lectores, Barcelona, 2000.

4 comentarios:

NáN dijo...

Querida Mega, muchas gracias, leer a Rilke es un placer especial. Y ese desánimo que se le cuela en este poema me recuerda el que sentí yo en mi último viaje .

Además de sus poemas, le agradezco que, como amante oficial de la madre de Balthus, tuviera tanta influencia en que ese niño pintara y se convirtiera, sin duda, sin duda, sin duda, en uno de mis pintores favoritos.

(qué bonitos los dos primeros versos en alemán).

Gemma dijo...

Nano, celebro que te guste. A Rilke lo leo a sorbos pues no siempre me resulta fácil. Ahora ando leyendo Las elegías de Duino, y me encuentro con que sus poemas se han vuelto más largos, vagos, y difíciles. A mí, estos poemas sólo se me aclaran a la segunda o tercera lectura (menos mal).
;-)

En cuanto al título de esta pieza, "Fin de otoño en Venecia", me pasa algo curioso pues, siendo la traducción -hasta donde mi alemán alcanza- muy buena, en este caso yo habría preferido traducir el "Spätherbst" como "otoño tardío", como si en realidad el verano se hubiera alargado más de la cuenta. No sé. Tal vez los germanófilos podrían aclararlo.

Mé encanta Balthus. Comparte con Rilke su vaguedad al nombrar, ¿no te parece?
Besos

kika... dijo...

Maravilloso. Aunque sé muy poquito alemán, así que me he quedado con el principio, y palabras revueltas, y no sé muy bien... ahora tengo un trocito de canal veneciano (también estuve en Venecia y también se me coló dentro un poquito de tristeza).

Precioso, vamos. Mega, qué contribuciones más bonitas a estas Playas.

Besos venecianos (de cristal veneciano, que es de las cosas que más me gustan en el mundo)
K

Lara dijo...

qué tertulias deliciosas

más, Mega!!!