Soy plateado y exacto. No tengo prejuicios.
Me trago de inmediato todo cuanto veo,
Tal y como es, sin sombra de aprecio ni desprecio.
No soy cruel sino sincero:
El ojo cuadrado de algún diosecillo.
Casi siempre estoy meditando sobre la pared de enfrente.
Es rosada, con manchas. Llevo tanto tiempo observándola
Que creo que ya forma parte de mi corazón. Pero ella va y viene.
Los rostros y la oscuridad nos separan una y otra vez.
Ahora soy un lago. Una mujer se inclina sobre mí,
Buscando en mi superficie lo que realmente es.
Luego se vuelve hacia esas mentirosas, las velas, la luna.
Veo su espalda, y la reflejo con toda fidelidad.
Ella me recompensa con su llanto y el temblor de sus manos.
No le importo nada. Me deja y vuelve a mí constantemente.
Cada mañana su rostro viene a reemplazar la oscuridad.
En mí se ahogó una joven antaño, y en mí una anciana hoy
Se yergue hacia ella, día tras día, como un pez terrible.
Sylvia Plath
Poesía Completa, Bartleby editores, 2008
(traducción de Xoán Abeleira)
4 comentarios:
El año pasado se publicó por primera vez en español la poesía completa de Sylvia Plath. No sé si me gusta la traducción (yo siempre a vueltas con lo mismo), aunque creo que es mejor que la de la antología de Visor que existía hasta el momento... en fin, que estoy investigando mucho acerca de reflejos, así que tenía que traer el Espejo de la Plath hasta aquí.
besos
K
Tengo pendiente a esta mujer de forma inevitable. Pero lo de las traducciones, jum, es un problema.
Un abrazo!
Las traducciones son necesarias, aunque sean espejos algo cóncavos o convexos.
Son un problema de comunicación, pero comunicarse es ya un problema. (creo que hay que agradecerlas siempre, y olvidarlas cuando sale otra mejor).
Con respecto al poema, para mí ha sido siempre signo de valor cuando un poeta se atreve a hacer el poema sobre una cosa.
Y este del espejo le ha salido redondo y emocionante.
pues NáN... al final me ha gustado bastante la traducción, ya ves...
besos
K
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