09 diciembre 2009

Más al sur

Nunca he sido muy amigo de fechas. Me bastaba con saber que ya eran unos cuantos años los que llevaba en este lugar. Los suficientes como para responder, cuando me preguntaban que de dónde era, que de Almería, y más especialmente del Parque Sobrenatural de Cabo de Gata-Níjar, y, rizando el rizo, terminaba contestando que de San José.

De En dos etapas, relato de Javier Luján.

Incluido en Si me persiguen, me iré más al sur (RaRo ediciones, Jaén, 2009)

13 comentarios:

kika... dijo...

Sobre nacer donde a uno le da la gana, tema recurrente en lo que escribo.

Los relatos del libro no sé si me gustan todos, pero la edición es una preciosidad, que ese trabajo también hay que alabarlo si procede, digo yo.

Lara dijo...

¡¡¡Qué fuerte!!!

La editora de RaRo, Rakel, era quien me ponía los mejores margaritas este verano en las tardes tórridas de Las Negras!!! Y en su fantástico restaurante mexicano me comí unos burritos que se salían del plato.
Hace unos libros chulísimos, a lo mejor participo en un libro nuevo que quiere sacar!
Ese relato no lo he leído, pero qué alegría que aparezca por aquí.
Qué pequeño es el mundo.

NáN dijo...

¡Dónde va a parar! Una buena camarera es mucho más necesaria que una editora. Vital, diría yo.

Claro que si hace libros preciosos y te sabe poner una copa mientras hablas del libro que vas a hacer, ¡eso es un sueño!

El recorte que has puesto, Kika, es demasiado pequeño para hacer una idea. Me parece demasiado localista. Claro que apunta bien esa reducción hacia lo más pequeño, que podría convertirlo en universal. Que luego del pueblo, termine diciendo que es de una calle, de un número de esa calle y, por fin, de una cama.

Ahí, en la cama oscura, ya somos hermanos todos.

Miguel Marqués dijo...

Creo que lo local es la palanca íntima y a veces necesaria para una búsqueda más amplia. El típico "think globally, act locally", invertido, que funciona también en otros sentidos.

Y sí, Rakel pone unas margaritas que tiran para atrás! Y Emilio, su chico, tiene cuentos hispanobelgas para dar y regalar :)

Kika, qué sobrenaturalidad!!!

Besos a todos :D

NáN dijo...

Estoy de acuerdo, Miguel, pero lo local ha de tener una intensidad que resuene en el otro. Cosa que no me parece que se consiga citando unos nombres (aunque ya dije que me gustaba que fuera yendo de lo más grande a lo más pequeño).

También dije que el texto es demasiado pequeño para hacerme una idea.

Miguel Ángel Maya dijo...

...Es que ya lo de irse más al sur hace estremecerse el espinazo...
...por cierto, Larita, ya que estamos con casualidades: tú me llevaste de la mano a Richard Bona, pues ahora acabo de descubrir que ha hecho un disco con Lokua Kanza...
...Si quieres te llevo de la mano a Lokua kanza...
...Margaritas los que quieras...

kika... dijo...

La brevedad es deliberada: como decía, no he terminado aún el libro y no sé si me gusta o no, pero me llamó mucho la atención la edición y también eso de nacer donde se quiera...

Lara. Miguel... ¡viva el Chubbys! Yo no le daba a esa cantina mexicana más de un verano (por lo exótico de poner un restaurante mexicano en Las Negras, no me negaréis que la cosa es rara) y parece que les va bien. Me alegro infinito de que a lo mejor vayas a participar en un libro suyo, ya te digo que son dignos de toquetearse y jugar con ellos...

... y yo creo que lo local, lo muy local, lo localísimo adquiere valor general cuando está bien escrito. Ahí estamos de acuerdo, Miguel...

Y sí, el mundo es muy pequeño. Que me lo digan a mí... :)

besos a todos!
K

Andres Pons dijo...

Encontre este blog por casualidad y ya soy fan.

Me gustaría colaborar con vosotros si fuera posible, para un escritor como yo encontrar a compañeros es todo un privilegio.

Un abrazo a todos/as.

Las Playas de Siberia dijo...

Hola Andrés, bienvenido :D

Para que puedas colaborar necesitamos darte de alta, nos hará falta una dirección de mail. Escríbela a nuestro mail (y avisa con un post, es una dirección que no miramos demasiado a menudo, por desgracia), y te invitamos.

Sí, NáN, entiendo que en los nombres poco queda. Aunque yo, que soy muy raro, encuentro en ellos muchas veces evocaciones difíciles de describir: los nombres que damos a los sitios tienen su propia vida. No voy a dar ejemplos (sería capricho de geógrafo ensimismado), aunque entiendo que "San José" no suena a nada, así al pronto. Aunque, sí, a mí me sonará, por ejemplo, a lugar a priori insulso bajo cuyas piedras el mar arde, a temor e inmensidad: recuerdo ese pueblo alejándose en el horizonte, la primera vez que, hecho un crío, perdí de vista la tierra a bordo de una barca de goma.

NáN dijo...

¡Qué fácil consigues que parezca todo, Señor de las playas heladas! Bienvenido también, Andrés, pero que sepas que aquí escritores haberlos haylos, con mucha más seguridad que las meigas. Pero varios no pasamos de un fuerte interés por la escritura.

Con respecto a lo local y los nombres, decía que lo del extracto es "localista" porque para servir para todos, el nombre debe ir unido al "sueño" de cada uno, lo que no sucede en estos casos. Por ejemplo para mí, que nunca he ido por ahí y nunca los que han ido me han contado historias en las que parezca que el lugar y lo que ha pasado están necesariamente unidos.

Otras veces funciona. Por ejemplo, en mi caso, con Lisboa, con la que soñaba mucho antes de haber ido.

Javier Luján dijo...

Hola. Bueno, eso es sólo el principio del relato, despúes sigue con más vicisitudes, localistas o no, os lo aseguro...
Un saludo.

Javier Luján dijo...

Si alguien quiere leer el relato entero, con alguna que otra variante puede hacerlo en:
http://cuadernosecreto.wordpress.com/2008/02/09/el-doctor-lujan-y-compania/

NáN dijo...

Agradezco Javier que te presentes y que nos hagas el regalo del relato.

Ahora sí. Los topónimos de sitios desconocidos (y nunca pensados) son como huecos resecos. Los lugares han de estar poblados por los fantasmas propios.

Ahora sí, como walseriano y vilamatano, a los huesos les ha crecido la carne, los nervios y la sangre. Y, yo que apenas viajo, ya reconozco el lugar y lo hago mío. Ya tiene mis fantasmas.

Gracias.