Por eso les gustaban las fiestas a Jere y a Manley; aceleraban el ritmo habitual de la vida; la gente aburrida se hacía soportable y la gente ya de por sí brillante lograba brillar aún más; metían a la gente en un cubilete, como si fueran dados, y los agitaban para ver qué combinaciones salían. De una mirada, de una palabra, de un movimiento acertado o inoportuno tras la tercera copa podía surgir un amigo, una carrera, un amante, un enemigo. El resultado de una fiesta era mucho más que la simple suma de todos sus componentes. A los Halliday les encantaba esa sensación de misterio, de burlarse del destino y de provocar las furias, esa sensación de, “¿qué pasará esta noche?”
EL DESENCANTADO. Budd Schulberg.
(Ed. El Acantilado)
7 comentarios:
¿Quién es este buen hombre? Me parece estar leyendo una versión descarnada de Fitgerald.
Informe usted un poquito.
Sí, resulta interesante. Cuenta, cuenta...
Budd Schulberg es (fue) escritor y guionista de Hollywood, guionista, entre otras, de "La ley del silencio". Tiene dos novelas maravillosas publicadas por El Acantilado.
Una de ellas es esta, "El desencantado", casi explícitamente autobiográfica de cuando él empezaba como guionista en Hollywood como ayudante, precisamente, de un Scott Fitzgerald (gallifante para Nán) casi acabado, alcoholizado y destruido por la tormentosa relación con Zelda, internada ya en un psiquiátrico.
En la novela Manley Halliday es un trasunto de Fitzgerald y Jere es Zelda. Y claro, recrea todo ese mundo de las novelas de SF.
La otra novela, que a mí me gustó aún más si cabe que esta, se llama "¿Por qué corre Sammy?" y es la historia de un trepa que empieza como botones y acaba como productor de Hollywood. Una recreación increíble de la industria del cine de los años 30, con un ritmo que te impele a seguir leyendo (se nota la impronta del guionista) y diálogos magníficos.
Os recomiendo las dos, hace tiempo que no leía nada con tanta "facilidad" y placer al mismo tiempo.
qué biennnn! me pongo a buscarlo!
besos
K
¡Joder, sí que me he ganado el gallifante! La intuición femenina no me falla. (Me he puesto contento conmigo mismo, dejadme esos segundos de caerme bien).
Y tú te has ganado un beso de agradecimiento eterno, o dos, si las novelas de este escritor me gustan tanto como el extracto que has puesto.
Qué vista, Nano. Que Santa Leudovica de Gotebörg te la conserve...
¿Has probado las orgías?
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