LA TEORÍA DEL EXPULSADO
(a) De la parte de NáN
Es una responsabilidad indebida y guarra de la vida que precisamente ahora el azar me hiciera abrir La geometría del amor, de John Cheever, con las dedicatorias del 2002 de "l" y "R", que ya no están juntos porque se dieron un atracón de presente, el más impresentable de los tiempos, condenándose a un futuro imperfecto porque, viéndose siempre sin estar, no podrán ver realmente a otros ¿Quién dice que todo tiene arreglo? ¡Cuidado con lo que hacéis! Prologado brillantemente por Rodrigo Fresán. Y todo tan cercano a este texto de RLC que me ha dado como un respingo. ¿De verdad que en conciencia estoy obligado a presentaros a Cheever, por si alguien no lo conoce? ¡Sea! Pero no os voy a querer más por ello. A cambio, espero que este "artefacto" se quede como está y donde está, aunque tenga alguna línea de más del bloggero. Para partirlo, prefiero que sea borrado. Porque además Don Gerardo pidió que dijéramos si habíamos leído algo interesante. ¿Sólo interesante? ¡Viva la LITERATURA, cabrones! (Y México, por supuesto, y México).
(b) De la parte de RLC (mayo de 1948 – agosto de 203?). Anotación perteneciente a Obres Disperses fechada, por estimación, entre 1994 y 1996.
No supe entonces (atrás) lo que ahora sé, gracias a mis amigos, de la escritura tan cercana a mí de Cheever y, como llevando una cosa a la otra, de ciertas coincidencias de carácter, como cuando hace unos 30 años, en la clase de Filosofía de segundo de la antigua Facultad de Letras de Valencia, a la que asistí ese día, más por sentarme que por otra cosa, porque llevaba 2 días sin entrar en casa alguna a dormir y mi gastada gabardina estaba chorreando, el profesor me expulsó con un "Aquí no quiero mendigos". Yo salí con la poca dignidad que pude, pues eran bancos corridos y tuvieron que levantarse varios para darme paso, me planté frente a él, extendí el brazo como Colón y le dije "Es en su cabeza donde están los harapos". Gracias a que mis ciento y pico compañeros insistieron en que no era alumno, me salvé de ser expulsado, además, de la Universidad, lo que entones me hubiera importado una mierda, pero no después.
Y ahora que en lugar de harapos tengo una casa en la que cabe buena parte de mi biblioteca, cuadros, un cilindro de los de rollo de película en el que he guardado unas cenizas robadas de la urna de mi cuñado y un grupo de entre 8 y 14 amigos que nos reunimos cada dos sábados a beber aguardiente, whisky y té y leer relatos del Realismo Sucio, uno de ellos, en la última parte en la que ya estamos bebidos, tiró para atrás y nos dio a conocer a Cheever. Malditos sean, Cheever y el amigo.
(c) De la parte de Rodrigo Fresán (Buenos Aires, 1963 -). John Cheever, apuntes para una teoría del expulsado. Barcelona, 2002
"El mundo según Cheever, el mundo que se alza al otro lado de las puertas siempre cerradas del Paraíso, es el mundo de hombres y mujeres urbanos y suburbanos. Un mundo donde puede instalarse ¡El horror! conradiano instalado bajo la superficie aparentemente tranquila de una piscina bajo la luz de la luna. Personajes siempre en fuga --ladrones, voyeurs, alcohólicos, adictos, habitantes de la noche como una inmensa habitación vacía-- pero que de algún modo se las arreglan para mantener cierta pureza extraña y una rara forma de santidad."
(d) De la parte de John Cheever (1903-1982). Extracto de El expulsado, texto que publicó con ¡17 años!, convirtiéndose en escritor profesional, tras ser expulsado de su colegio. Y después una frase de una entrevista que aparece en la contracubierta del libro La geometría del amor, publicado en 2002 por emecé con traducción de Aníbal Leal.
"Nuestro país es el mejor país del mundo. Nadamos en prosperidad y nuestro presidente es el mejor presidente del mundo. Tenemos manzanas más grandes y mejor algodón y máquinas más veloces y hermosas. Todo esto nos convierte en el país más importante del mundo. El desempleo es un mito. La insatisfacción es una fábula. En el colegio, Estados Unidos es siempre hermoso. Es siempre la gema del océano y está muy mal que así sea. Está mal porque la gente se lo cree. Porque se vuelven indiferentes. Porque se cansan y se reproducen y votan y no saben nada. Porque el periódico está siempre de buen humor y pasa el tiempo mirando al cielo raso para no ver la suciedad del suelo. Porque todo lo que ellos saben y conocen es lo que dice el periódico siempre de buen humor.
Pero no diré más. No estoy en situación de hablar."
...
"No poseemos más conciencia que la literatura... la literatura ha sido la salvación de los condenados, ha inspirado y guiado a los amantes, vencido a la desesperación, y tal vez en este caso pueda salvar al mundo."
(e) NáN al fin y al cabo
Esto es un signo de reconocimiento entre los que lo conocían (esa frase breve en los mingitorios masculinos, "ah, ¿entonces tú también"?; las chicas, como lo hacen sentadas y en cubículos independientes, tendrán sus modos). O un regalo para los que no lo conocían. ¿De ahora que estaba pasando por aquí? ¿De despedida? ¿De encuentro? Creo haberme dado cuenta de que no somos tan libres para elegir esas cosas. Podemos elegir, eso sí, entre quedarnos, como hace la mayoría, sentados en el suelo con la cabeza entre las piernas, esperando nada. O levantarnos y ponernos a caminar: pero si al levantarnos nuestra nariz apuntaba al sur, hacia el sur caminaremos la vida entera; y si hacia el norte, pues para allá que iremos. Podemos elegir, también, la piel que nos roza algunas noches, y los susurros de algunos amigos que son los que preferimos oír en la oscuridad que nos envuelve casi siempre. Por eso la literatura importa: para dar color, sabor, tacto y sensación de aire.
(w)
18 noviembre 2006
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21 comentarios:
Creo que Los hermosos años del castigo de Fleur Jaeggy también va de eso, os dejo el comienzo.
"A los catorce años yo era alumna de un internado de Appenzell. Lugares por los que Robert Walser había dado muchos paseos cuando estaba en el manicomio, en Herisau, no lejos de nuestro instituto. Murió en la nieve. Hay fotografías que muestran sus huellas y la posición del cuerpo en la nieve. Nosotras no conocíamos al escritor. Ni siquiera nuestra profesora de literatura lo conocía. A veces pienso que es hermoso morir así, después de un paseo, dejarse caer en un sepulcro natural, en la nieve de Appenzell, después de casi treinta años de manicomio en Herisau. Es una verdadera lástima que no hubiésemos conocido la existencia de Walser, habríamos recogido una flor para él. También Kant, antes de morir, se conmovió cuando una desconocida le ofreció una rosa. en Appenzell no se puede dejar de pasear. Si se miran las pequeñas ventanas con franjas blancas y las laboriosas e incandescentes flores en los balcones, se advierte un remanso tropical, una lujuria sofrenada, se tiene la impresión de que dentro sucede algo serenamente tenebroso y un poco enfermizo. Una Arcadia de la enfermedad. Pareciera que allí dentro hay paz e idilio de muerte, en la pureza. Una exultación de cal y flores. Fuera de las ventanas el paisaje nos reclama; no es un espejismo, es un Zwang, se decía en el colegio, una imposición."
winsta
winsta, a veces me voy a la página en la que pone 6:44 17 Comments, recuerdo el sobresalto del 4 de noviembre y, como si fuera el personaje de BrunoG en el cielo sobre berlín (cómo me gusta ese actor, sobre todo ahí, en "La ciudad blanca", que me llevó a Lisboa, y en "El amigo americano"), pongo esa cara suya y casi imagino que continúa automáticamente y que solo tenemos que ir de vez en cuando a ver lo que hemos escrito.
No he leído a Fleur Jaeggy, pero ahora lo haré. ¡Cómo has trazado la parábola del salto que te ha llevado a ese W que, aunque conocimos tiempo atrás, ha vuelto a sacar Vila Matas, de quien has visto que mi estilo le copia! Estaba esperando a ver quién lo decía: y has sido tú, winsta, quien lo ha hecho. Y con tanta delicadeza. Sin nombrarlo (pero yo no me avergüenzo de copiarlo, porque es una manera de pensar y no tengo objetivos literarios, salvo como lecotr, claro).
Nos seguiremos viendo en la biblioteca central.
Para ti, winsta, que sé que Vila Matas te interesa, un artículo del vilamatasizado Alan Pauls (el de la polémica de si existía realmente o era un invento de VM). Existió y escribió sobre Walser y VM. Tenía guardado el enlace y te puede interesar. A todos les puede interesar: _http://www.pagina12.com.ar/2000/suple/radar/00-03/00-03-05/nota2.htm. (acuérdate de quitar el guión bajo del principio).
Más dos versos (con los que me identifico mucho) con los que te doy las buenas noches (a todos os las doy) pertenecientes a un poema de Saldaña Paris, el mexicano del grupo internacional y "muy Fluxus" Austria, al que han tenido a bien admitirme como miembro a pesar de que no escribo versos (también hay un joven filósofo en París, que no escribe versos y acaba de enviarnos un texto sobre los niños y la música encabezado por una cita de Perec, de su obra ¡vaya casualidad! "W o el recuerdo de la infancia", que se va a publicar en una revista de filosofía de la Autónoma de Madrid).
Los versos son:
"El rigor casi excesivo de mi ensueño
no permite nomadismo alguno."
Poco que ver con el dedo que se roza escribiendo un nombre en la arena que lleva todo el día resonándome. Pero ya vais conociendo mi sequedad.
Walser y Cheever... ¿no serán demasiado para un solo día?
NáN
Gracias, Nán, por la página. Sí, Vila-Matas me gusta mucho porque me regala el hilito de esas anécdotas que cuenta y así, si quiero, puedo ir tirando y tirando. El primer libro que leí de él fue El mal de Montano, luego vinieron los demás.
Veo que estuviste recorriendo las altas distancias.
:)
Un abrazo.
winsta
Ahhh. No he leído el post pero prefiero no contener las ganas de decir que Cheever es de mis prosistas favoritos. "Crónica de los Wapshot" es una de las novelas que más gusto me ha dado leer.
To be continued.
Pues apunto entusiastamente Cheever (perdonen el hueco que debo de tener en mi cabeza con todo lo que me falta). Una pinta estupenda, y muy bueno el post-salta-reglas.
Reconozco que hay hilos que se me pierden. El post y los comentarios, y yo con necesidad de tomar apuntes como en la facultad, porque se me escapan las ideas.
Vila-Matas... hum. Hace unas noches tuve una conversación larga sobre él con una amiga chilena (que ha vivido la japuta en la isla Robinsón o Juan Fernández o como la quieran llamar en los mapas) que paró por casa unos días. Ella me habló de Vila-Matas hace años, en Sevilla. "El de los suicidios", me dijo. Que me comprara ése. No lo hice. Luego me pillé Recuerdos inventados y disfruté enormemente con El paseo repentino en una noche de insomnio. Pero más tarde vino París no se acaba nunca. Y dudé. Me empezó la duda Vila-Matas. Yo decía: ¿me toma el pelo? (Seguramente sí.) No sé si conocen (porque a mí me ocurre a veces) esa sensación de no reconocer el sentimiento que te impone la lectura. Yo decía: no sé si me está gustando y no debería gustarme, o si no me está gustando nada y me estoy perdiendo a un héroe. No sé si me entienden. Lo leí rápido, subrayé frases, coloquios, referencias. Luego lo cerré, y dije: no. Demasiadas citas. No reconozco voz bajo las citas. Es como una larga conferencia. No vi literatura entre tanto nombre propio. Un libro sólo para escritores o críticos o farándulos de la empresa. Hace unas noches, ya digo, mi amiga chilena me dijo que se inventaba las citas. Al menos algunas citas. Bueno, entonces la cosa cambiaría, supongo. Yo sigo dudando, en general, pero algo siempre hay que no me huele del todo bien. Tengo que mirar ese Mal de Montano, o igual tengo que rendirme.
Buenos días a todos, siberianos.
Bueno Lara, de Vila Matas hay dos épocas: la 1ª, hasta Bartleby, en la que escribía para escritores y gente rara que te lo recomendaba en voz baja para que no se fuera a extender la noticia. Ejemplares las dos épocas. Pero desde El mal de montano, más París no se acaba nunca y hasta llegar a Doctor Pasavento, esas 3 son un MUST. Guste o no guste.
Desde que murió el pobre Bolaño (bueno, pobres nosotros, que no tendremos más libros de él). Hay dos MUST, gusten o no gusten, interesen o no interesen. Y sobre todo la obra última de ambos: Vila Matas con lo dicho, y Javier Marías con las 2 publicadas de la trilogía.
De todo lo demás se puede prescindir hasta que los "listos" nos vayan poniendo sobre aviso de algo. PEro para entender las ramas de la literatura española, hay que leer la obra acabada de Bolaño el de Blanes y a los dos mencionados. ¡¡Te doy 5 años!! (Y a ver si empezamos a ver fondo y volumen y a no pensar que con los admiraciones te grito más allá del juego) (Jo.)
Es como la literarura del siglo XX, no se puede entender sin leer a Proust, Kafka y Joyce. ¿Metemos a Becket? ¡No empecemos!.
Lo siento. Pero es lo que hay.
Y dicho lo anterior, no seremos un grupo de verdad, playero o montaraz, hasta que no leamos en grupo Bartleby el escribiente. En mi casa o en la tuya, con pistola o con cuchillo. Al anochecer, por supuesto. Elige tú los padrinos.
Jo.
Y otra cosa. Yo escribo como Vila Matas desde mucho antes de que Vila Matas escribiera como Vila Matas. Fue la única manera que encontré de describir una vida bastante patafísica. Lo que pasa es que él es un escritor, y escribe bien y para todos. Y yo no soy un escritor y no escribo bien y solo lo hago para muy pocos amigos y para una tía mía de Cuenca a la que le interesa mucho todo lo que hago desde que me confunde con mi hermano mayor, el que murió. ¡Qué alegría me dio cuando Vila Matas empezó a escribir como yo pero bien e interesándome!
Hum...
Acepto propuestas de lectura, claro que sí. Pero igual no todas. Quiero decir, mi lista es larga (ya sabes que soy una analfabeta a tu lado), así que igual prescindo de algunos que ya me he leído y poco me interesan (qué le vamos a hacer, igual vendrán épocas de reconciliación).
Bolaño. Bolaño es otro cantar. Para mí, digo. Es otro cantar para mí. Jodienda que se haya muerto, sí. Pero tengo que leerme 2066 (ahora no sé dónde van los ceros y tal) y alguna cosa más, claro, siempre más hasta que pueda.
Los otros que me dices de Vila-Matas no los he leído, el que hay que leerse a cuchillo, ya veremos, corsario, aunque acepto propuestas de lectura, claro, pero ya veremos.
En cualquier caso. Sin hablar de los gustos culinarios. Y dejando lugar para el gusto de la lengua, igual discrepamos un poco. Marías y Vila-Matas... justo justito lo que, bueno... justo justo.
Reconozco a Marías como un gran escritor. Es obvio, tan obvio. Es un grandísimo escritor. Pero. Ya me he leído las obras que dices (y otras más): Fiebre y lanza y Baile y sueño. No me las volveré a leer y cuando salga la tercera, no la compraré ni la pediré prestada ni la sacaré de ninguna biblioteca.
Al menos he cumplido con lo que te parece imprescindible. Pero no me pidas más, al respecto de Marías, al menos hasta que pasen unos años y se me olvide.
Con Vila-Matas aún tengo un poco de curiosidad, por lo que ya te he explicado antes, pero de todos modos, no es alguien que me entre por el ojo del estómago así, de golpe, aunque le reconozca los méritos
Hum...
Acepto propuestas de lectura, claro que sí. Pero igual no todas. Quiero decir, mi lista es larga (ya sabes que soy una analfabeta a tu lado), así que igual prescindo de algunos que ya me he leído y poco me interesan (qué le vamos a hacer, igual vendrán épocas de reconciliación).
Bolaño. Bolaño es otro cantar. Para mí, digo. Es otro cantar para mí. Jodienda que se haya muerto, sí. Pero tengo que leerme 2066 (ahora no sé dónde van los ceros y tal) y alguna cosa más, claro, siempre más hasta que pueda.
Los otros que me dices de Vila-Matas no los he leído, el que hay que leerse a cuchillo, ya veremos, corsario, aunque acepto propuestas de lectura, claro, pero ya veremos.
En cualquier caso. Sin hablar de los gustos culinarios. Y dejando lugar para el gusto de la lengua, igual discrepamos un poco. Marías y Vila-Matas... justo justito lo que, bueno... justo justo.
Reconozco a Marías como un gran escritor. Es obvio, tan obvio. Es un grandísimo escritor. Pero. Ya me he leído las obras que dices (y otras más): Fiebre y lanza y Baile y sueño. No me las volveré a leer y cuando salga la tercera, no la compraré ni la pediré prestada ni la sacaré de ninguna biblioteca.
Al menos he cumplido con lo que te parece imprescindible. Pero no me pidas más, al respecto de Marías, al menos hasta que pasen unos años y se me olvide.
Con Vila-Matas aún tengo un poco de curiosidad, por lo que ya te he explicado antes, pero de todos modos, no es alguien que me entre por el ojo del estómago así, de golpe, aunque le reconozca los méritos racionales. Cómo decirte. Lo admiraba más cuando aún no había leído algo suyo.
A ti no te he leído lo suficiente (un par de cuentos no son suficiente) para saber si escribes como él o él como tú. Ya te iré diciendo...
Es divertido, esto. Está mejorando mi mañana.
Besos a todos.
Internet está caprichoso, así que sin comerlo ni beberlo me han salido tres comentarios seguidos y que dicen lo mismo, uno lo he borrado, otro me ha salido anónimo y no está completo... en fin. Perdonen la técnica.
Pues a mí me has salvado la primera parte de la tarde. Recuerda que decía que quería una palabra. No abrazos como me preguntabas si los había recibido. Sin que nadie se ofenda, de abrazos estoy ya un poco cansadito. En estas páginas siempre he hablado de palabras. Y creo que tienes razón en lo que dices, pero no me la quita a mí. (Hasta me anima un poco sospechar que puedas haber pensado que me he puesto pedante-profesoral: me he repasado y podría tomarse así... me divierte, más que otra cosa, la posibilidad del malentendido). Pues no, quería dejar sobre la mesa mis MUST, que son lo que son, no lo que se querría que fueran. Y dije antes que te daba la razón porque, por ejemplo, a mí me pasó lo mismo con Kafka, lo que no quita la necesidad de conocer cómo se abrió esa vía en la lit del XX.
He comido solo, leyendo a Cheever tan a gustito, y pensando que me encantó tu queja de que después de tanto lápiz no te gustaba el trozo puesto. Es que a mí me pasó el otro día lo mismo con lo de Fresán. Y también pensando en por qué Bolaño: qué podía tener ese autor de estructuras tan convencionales (contando historias por las historias). Para mí, aparte de que me gustaran esas historias, porque me abrían siempre caminos a un mundo más parecido al que deseo. Leer a Bolaño me mejora, y creo que les pasa lo mismo a muchos. Leer Marías, mejora mi modo de pensar (puede abandonarse cuado se tiene suficiente). Leer a VilaM, mejora mi conocimiento del alma humana y del arte... y de la necesaria manipulación y enredo para sobrevivir.
Por tu queja, o porque me hiciste pensar, o porque pensaste mal de mí y lo dejaste traslucir, me has salvado una buena parte de la tarde (a ver si luego me las sé arreglar yo solo hasta las 8, que voy al zen y ya todo se da por añadidura... y en grandes cantidades).
Creo que estoy contestando a varios post y me puedo haber liado un poco (mejor que mejor).
Besos
Creo que es el sitio adecuado para hacerlo. Aunque haya sido en otro blog y otro post donde el malestar por mi presencia se haya expresado.
Reb, estás espléndida cuando te llenas de ira. Cierto que tengo una parte de perro, y que a esa parte le halaga tu final en tu blog. Pero es una parte muy pequeña y no creo haberlo sido aquí. (Ay, si me había propuesto no polemizar).
También es cierto que, como se escribió, soy el que viene de fuera y hay derecho a mirar por la mirilla antes de dejarme entrar.
Pero como dije no quiero polemizar, porque ni quise nunca ni quiero ser perro aquí. Menos en un caso (y solo un perro jovencito y algo juguetón): lo siento chaval, pero te lo ganaste a pulso. Pelillos a la mar.
Tampoco quiero quedarme, al menos a dos de vosotros os estoy sacando un poco de quicio. Quizá a más. Restablézcase el orden. Quedaros tranquilos y a gusto los amigos. Me lo he pasado estupendamente.
El sitio de Cheever y la Teoría del Expulsado son el sitio adecuado para decir adiós. En realidad lo había dicho: ¿os acordáis, "NáN al fin y al cabo", pero quedaba pendiente de vuestra actuación.
Miguel, por mí lo de mañana sigue en pie. Pero necesito que me des de baja. He estado mirando y eres tú el único que lo puede hacer.
Lo repito. De verdad. Me lo he pasado estupendamente, pero no ser entendido estropea la fiesta. Y además comprendo que no es la mía.
Anda, un abrazo.
Quien sabe a quién me refiero, si lee esto, que sepa que habrá un lugar tranquilo. Con tiempo, paciencia y silencio. Para hablar de literatura con la seriedad y el riesgo necesarios.
Muchos besos
La noticia me había llegado por otros canales. Ahora la leo de tu puño y tecla.
En lo que a mí respecta, quiero repetir que no tiene nada que ver lo de los amigos o no amigos. Que no creo que ése haya sido o sea el problema. Que el tono nada tiene que ver con la confianza, porque muchos de aquí o de blogs colindantes no se conocen en absoluto, nunca se vieron las caras.
Que tenemos puntos de vista diferentes para entender la "seriedad" de la literatura, de acuerdo. Que para mí este blog, las playas, que es un sitio donde cada uno aporta cosas que le vienen desde fuera, no es precisamente el problema, también. Aquí ha habido un gran trifulca que al parecer no iba a respetirse, que al menos yo esperaba que no se repitiera.
Lo del perro y los gatos ha sido otra cosa. Los perros y el gato. Lo que sea. Eso no tiene nada que ver con las Playas, creo, independientemente de las antipatías ya conocidas.
No nos hemos entendido en otras lindes. Yo, al menos, me he sentido ofuscada y con los brazos lacios cuando tu exigencia ascendente sacaba punta y arista a los textos de los blogs personales. El hecho de que "te molestara que se bajara el nivel". Bueno, eso es lo que yo no entendía o no entiendo. Porque el nivel con respecto a qué, a qué parámetro, y porque, ya lo dije, para mí el blog es algo mucho más liviano, mucho más relajado, lo que no significa que no se puedan dar opiniones de todo calibre. Pero sentirme así, con la pistola en el cuello del nivel literario, cuando además, el nivel es todo, lo bueno y lo malo, lo bajo y lo alto, y cuando lo que para ti es una porquería resulta que viene otro y dice que es fantástico... A mí, que me observo con lupa en otras letras, que sufro recaídas y levantamientos de miedo escénico en la página impresa, sí me afecta que estés ahí, con el puño en alto, exigiendo emociones fuertes constantes (emocionarte a ti, que tampoco es fácil). Tu ojo clínico me parece muy valioso, pero esa forma de echar por tierra algo que no pretendía en ningún momento levantar un palmo del suelo... recordándome o adivinándome o juzgándome que la bondad estropea mi literatura, o que he bajado de nivel (¿qué nivel?), o que lo escrito sólo interesa a una persona (¿?), o...
Sólo quiero que entiendas el desfase que en algunos momentos me han parecido tus críticas, lo incansable de tu exigencia cuando en momentos yo he estado lo suficientemente cansada como para claudicar, y lo complejo de tus bases: el hecho de que te "moleste" que se baje de nivel (hay que bajar para subir), o de que te aferres a "¿es que no puedo decir lo que opino?". Claro, ante esta pregunta todos hemos de callar. Es una pregunta demasiado amplia, demasiado trampa.
Igual que hay que asumir el riesgo de tus críticas, habrá que asumir el riesgo de lo que tus críticas provocan.
Tu entusiasmo, tu entrega y tu atención son admirables, necesarias.
Sólo quiero que sepas lo que para mí ha supuesto esta "movida", la inncesiariedad o la confusión que me provoca la alta exigencia con respecto a algo tan espontáneo o azaroso como es un blog (y la vida en general).
La lectura de los clásicos y demás cosas compartidas, sean bienvenidas.
La "seriedad" de la literatura, otro cantar. Puedo asegurarte que me lo tomo tan en serio como me permite el cuerpo.
Las playas, repito, nada que ver con los blogs colindantes, creo. Y repito también, nada que ver con un salón en el que sólo una pandilla de amigos se da palmadas en la espalda.
Con cariño de gran resfriado y multitud de trabajo para las pocas horas que me quedan.
Sin acritud ninguna, y con la duda metódica de si esto, realmente, tiene que funcionar así, y así cómo.
Un beso a todos.
Estoy muy desconcertada. He llegado a pensar incluso que, en el propio juego literario, Nán era un personaje más; que luego aparecerías vestido de otro, como Pessoa y sus heterónimos. Tal vez otro compañero con nuevas ganas de compartir, que transmitiera más sentimiento de grupo. Que nos diera más las mano y no la tirara, ni dejara la piedra. Que no tuviera piedras, al fin y al cabo, ni aquí ni allí.
Estoy apenada por esto. No me alegro, como creo que no nos alegramos ninguno, de tu marcha. Tus recomendaciones me han parecido buenas, he tomado nota de ellas. Y, en general, creo que hemos entendido los comentarios con la mejor intención (especialmente los que respondieron, porque yo fui más tímida). Pero es verdad que no hace falta ver cómo los demás tienen que defenderse de tus palabras. No hace falta. Lo que sí nos hace falta es más cariño, a todos.
No me extiendo más. Únicamente quiero explicar también que yo sólo conozco a Lara en persona. Como Gerardo o como tú tengo escasas referencias sobre los demás. Y tampoco he participado nunca en un blog comunitario. Pero eso no importa, Nán, creo que todos los que aquí comentamos cualquier cosa queremos sentirnos arropados, para eso hemos montado el campamento junto a la playa, y no en una ciudad derruida.
Me gustó mucho Moustaki, como te dije. Un abrazo.
Era yo. Casi era yo. Y soy Nán, un trasunto de RLC.
Estoy revisando, para ti, el cuento con le meteque. ¿Cuento? Creo que todavía no escribí ningún cuento. Manipulo mensajes y soy fiel en las historias.
¿O será al revés?
Bueno, te lo prometí y lo tendrás. ¿Me das permiso para enviártelo a la dirección de correo que nos dio Miguel?
Yo no quiero sentirme arropado. Quiero lanzarme como una bala encendida al futuro-nada. ¿Por qué iba a pensar que los demás no son como yo?
De ti, todo lo recibido ha sido suavidad.
Un beso.
NáN
Yo también pienso que tu participación en las Playas de Siberia ha sido fundamental y no creo que debas borrarte. Simplemente he sido la bala que dices que esperas de los demás. Tú puedes disparar. Pero si te disparan a ti el juego se ha acabado.
No Reb, no es así. Y tú no has sido ninguna bala. Ni nadie estaba aquí disparando balas contra nadie. Lanzarme (yo) como una bala (encendida, ¿de?) hacia (?).
Pero si tú hablabas de mi "maldad", algo no iba bien. No estaba yendo nada bien. Y el otro [tacho lo escrito, pero quiero dejar constancia de que algo, un poco más perro de lo habitual, he escrito, y lo he borrado].
¿Ves? No puedo cambiar (no quiero cambiar). Vais a estar mucho más tranquilos sin mí. Yo no iba a cambiar: cojo a la gente por la solapa (a la gente que quiero o creo que puedo querer) y quiero, deseo, necesito que me cojan a mí. No quiero besos. No quiero abrazos. No quiero estar arropado. Sí quiero la delicadeza después del trompazo. La delicadeza de saber que estamos yendo más lejos, más y más lejos. Esa bala encendida a ... convertida en ráfaga (persigo esa maravilla).
"El rigor casi excesivo de mi ensueño
no permite nomadismo alguno"
Daniel Saldaña Paris
Nadie aquí lo quiere compartir. ¿Por qué empecinarme?
Hay otros sitios donde estaré mejor.
Las playas estarán mejor sin mí. Y hasta puedo atreverme a pensar, por ciertos matices en lo dicho por vosotras, que mi paso por aquí les ayudará a estar mejor (ahora que me he ido claro) que si no hubiera estado nunca.
Lara, en realidad he estado respondiéndote a ti también. Lo has visto, ¿no?
Aprovecho, Lara, para decirte que no eres ni mucho menos más analfabeta que yo (escribiste algo así en un posto). Cuando no se tiene un cerebro provilegiado (y yo no lo tengo), vale solo lo que se ha leído últimamente.
Yo he recibido un milagro. Hace... no demasiado tiempo. Lo que he leído desde ese tiempo es lo que cuenta. El truco está en que lo otro queda olvidado dentro y algo hace, ayuda a elegir.
Pero estamos muy al mismo nivel. Eso quiero dejarlo claro.
Qué bien que expresó esto que me pasó (esa nueva vida concedida) John Ashbery (y os deseo que os pase alguna vez) en "Como uno al que meten borracho en un paquebote", de Autorretrato con espejo convexo (versión original con traducción de Juián Jiménez Heffernan).
Así que eso fue todo, pero oscuramente
sentí el rumor de un nuevo aliento en las páginas
que durante todo el invierno habían olido a catálogo viejo.
Empezaban a sonar nuevas frases.
Eso es lo que me pasa y por eso estoy tan empecinado y tan loco: ¡Empiezan a sonar nuevas frases!
Nadie me ha disparado. He visto desquiciado a ese chico (no me complace eso) y a ti. Y claro, no lo deseo.
Más besos (caray, estoy más besuqueador hoy que en los últimos años). (¡Qué perro que soy, me resisto a dejarlo en bonito!)
NáN
Pues besos a ti. Sí, dile a Miguel lo de la dirección, para leer el cuento, el mensaje.
Y, bueno.
Bye, Nan.
bye, okrán (sanabú), je je. (sin mal rollo).
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