17 abril 2010

Cartas

A Josefina Manresa

(Carta 227)

Penal de Ocaña, 27 de febrero de 1941

Mi querida esposa: Magdalenas, pan de higo, carta y fotografía están conmigo, lo que puedes estar, que lo demás se ha ido por donde se habría de ir. Las magdalenas, superiores, y los roscos, me recuerdan a aquel pan que hacías cuando nos juntábamos en la otra casa. La fotografía, aunque es mala, no la rompo. Con ella me hago idea de cómo estáis mi hijo y tú. Se ve muy bien que Manolillo está fuerte y hermoso y alto. Tiene una cabeza muy bonita, redonda, con tus ojos y tu boca, y tus orejas, y sigue pareciéndose menos en la forma de la cara, que es mía. Me gusta, me alegra verte así, veo que le cuidas y, en cambio, tú te descuidas por completo. A ti te encuentro bastante cambiada, Josefina. Se te ha ido aquella expresión de chiquilla que tenías y se nota en todos tus rasgos un gesto de mujer madura. Estos años últimos te han hecho mujer a fuerza de combatirte. Además, estás más delgada. Hay que reponerse, hija. Supongo ya no podrás llevar en brazos a ese cachalote de niño, que pesará ya más de 15 kilos. Y si no te repones llegará pronto el día en el que haya él de llevarte a ti, si yo no voy antes. Nena, no creo marche tu negocio de harinas tan bien que permita enviar con frecuencia paquetes como los dos que me has enviado. Faltan hacen, pero más a ti que a mí. Si Vergara te hubiera enviado el dinero, menos mal. Pero con tan poca cosa como son 25 duros y lo que tú ganas, que no será mucho, no debes enviarme nada. Y mira, nena, que te lo digo con todo el dolor de mi cucharón, porque las magdalenas me han gustado, pero los roscos más. Además, las magdalenas son artículo de lujo para estos tiempos y el estómago, cuando se le da un bocado fino, protesta, sobre todo cuando está acostumbrado a la zanahoria y la berza cocidas. Cuando recibas otra vez dinero de Madrid, me harás otra vez roscos, pero pruébalos y manda uno a medio comer por mi niño y por ti. Y me gustará más que los otros. Sabrás he escrito a Vicente y también le digo que la solicitud está en el Consejo Superior de Justicia Militar. Ya te he dicho que los juguetes los llevará la tía. De salir no hablemos por ahora. Tengo esperanzas, las de todos y algunas más, pero nada concreto. Ya te diré cuando sepa algo, Josefina. De diversiones anda esto mal. Los libros son la única diversión posible. Y los libros me aburren a ratos. No espero divertirme más que cuando estemos mi hijo, tú y yo juntos. Me distraigo fumando cuando tengo tabaco y paseando por el patio con los compañeros cuando hace buen tiempo, que no lo hace nunca. El pelo, que me ha crecido un poco, voy a seguir dejándole crecer hasta ver si vienes esta primavera. Si no, ya sabes: al rape otra vez. Hasta que no agote todas las posibilidades que encuentre para que vengas a Madrid, no me doy por vencido, Josefina. Os abraza y quiere FernandoJosefina Manolillo, JosefinaMiguel y MIGUEL.




Última carta de Miguel Hernández desde el Reformatorio de adultos de Alicante (sin fecha)



Miguel Hernández
OBRAS COMPLETAS
Poesía/Prosa/Teatro/Correspondencia
Edición de 2010. Espasa
Año del centenario de su nacimiento.