29 septiembre 2008

Breve historia de la cerveza

Uno de los proverbios más antiguos, escrito en lengua de los sumerios, exime al trago de toda culpa en caso de accidentes:

La cerveza está bien.
Lo que está mal es el camino.

Y según cuenta el más antiguo de los libros, Enkidu, el amigo del rey Gilgamesh, fue bestia savaje hasta que descubrió la cerveza y el pan.
La cerveza viajó a Egipto desde la tierra que ahora llamamos Irak. Como daba nuevos ojos a la cara, los egipcios creyeron que era un regalo de su dios Osiris. Y como la cerveza de cebada era hermana melliza del pan, la llamaron pan líquido.
En los Andes americanos es la ofrenda más antigua: desde siempre la tierra pide que le derramen chorritos de chicha, cerveza de máiz, para alegrar sus días.

Eduardo Galeano. Espejos, Una historia casi Universal. Madrid, Siglo XXI, 2008.

3 comentarios:

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Me has quitado un peso de encima... ¡Me bajo al bar!

Miguel Marqués dijo...

Ah, la sabiduría popular. Menos mal que el carro de bueyes no pasaba de 40.

Emilio, ve pidiéndome a mí otra.

Anónimo dijo...

Ahora mismo abandono la dieta y me bebo esa cañita rubia que me está faltando desde el lunes.
Un millón de gracias. jejeje.
Saludos.