05 octubre 2009

Justine (fragmento)


Por lo que a mí respecta, no soy ni feliz ni desdichado; vivo en suspenso como un cabello o una pluma en la amalgama nebulosa de mis recuerdos. He hablado de la inutilidad del arte, pero no he dicho la verdad sobre el consuelo que procura. El solaz que me da este trabajo de la cabeza y del corazón, reside en que sólo aquí, en el silencio del pintor o del escritor, puede recrearse la realidad, ordenarse nuevamente, mostrar su sentido profundo. Nuestros actos cotidianos son en realidad la arpillera que oculta la tela laminada de oro, el significado del diseño. Por medio del arte logramos una feliz transacción con todo lo que nos hiere o vence en la vida cotidiana, no para escapar al destino, como trata de hacerlo el hombre ordinario, sino para cumplirlo en todas sus posibilidades: las imaginarias.


JUSTINE. Lawrence Durrell (Traducción de Aurora Bernárdez)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Adoro Justine.

ETDN dijo...

Sí, es de esos libros de lectura nada fácil pero jugosa en cada una de sus páginas. Yo estoy en ello, aunque no sé si podré con el Cuarteto...

NáN dijo...

¿Cómo no vas a poder? El truco está en no ver nunca la horrorosa película que hicieron sobre este libro. Y en acarrear los cuatro volúmenes a todas partes hasta que no quede apenas un párrafo sin subrayar.

(me pregunto cómo me parecería ahora si lo leyera).

ETDN dijo...

Jaja, te haré caso, Nán. Será la fiebre,la tos y la mucosidad, que me hacen más densa la lectura. A ver si pasa y las letras resurgen en toda su claridad.

Sólo digo una cosa dijo...

Oh, El cuarteto... ¡Qué maravilla!

Microalgo dijo...

Pues yo me quedo con Clea. Y claro que puede, seguro que puede Usted con ellos(aunque Nán y yo disentimios gravemente en cuanto a esa costumbre de subrayar los libros).

Que lujo de traductora. Todo el mundo siempre quiso animar a esta mujer a que escribiera, pero la sombra del larguirucho se alarga más aún sobre ella, y ella nunca ha querido.

Lo que nos perdemos.