«Cocteau en su diario: "Me parece que la invisibilidad es la condición esencial de la elegancia".
Jueves
Al final, dice Chateaubriand, nada perece: "Mi fidelidad a la memoria de mis antiguos amigos debería dar confianza a los amigos que me quedan: para mí, nada desciende a la tumba; todo lo que he conocido vive en torno a mí: según la doctrina india, la muerte, al tocarnos, no nos destruye, solo nos vuelve invisibles".»
Alberto Manguel, Diario de lecturas, Alianza Editorial, 2004; título original, A Reading Diary; traducción de José Luis López Muñoz.
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4 comentarios:
Los muertos nos vuelven invisibles, sin duda. Por lo mismo, sólo podemos relacionarnos con ellos a solas (desde su invisible recuerdo).
Beso, Nano
Elegante y fecunda vuelta de colchón que haces con la frase, Gemma, de las que te dejan cargadas de razón.
Por otra parte, y sin acritud, ¡cuanto elegante hay por aquí en el sentido que dice Cocteau!
(lo he pillado tarde, Nano, tu comentario, pero me he reído mucho)
aunque invisibilidad y muerte no sean cosas de risa
a veces reírse es lo más elegante que se puede hacer
besos
Casi siempre Lara. Porque casi siempre quedamos hechos unos zorros.
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