22 enero 2007

Dos poemas de Holan


Resurrección.

¿Qué después de esta vida tengamos que despertarnos un día aquí
al estruendo terrible de trompetas y clarines?
Perdona, Dios, pero me consuelo
pensando que el principio de nuestra resurrección, la de todos lo difuntos,
lo anunciará el simple canto de un gallo...

Entonces nos quedaremos aún tendidos un momento...
La primera en levantarse
será mamá... la oiremos
encender silenciosamente el fuego,
poner silenciosamente el agua sobre el fogón
y coger con sigilo del armario el molinillo de café.
Estaremos de nuevo en casa.


Al conocer al hombre.

No me causó horror el demonio
desde la uña de la noche hasta la zarpa de la mañana

y no me asustó el ángel
al pintarse a sí mismo en sí mismo.

El Dios antiguo en su montón de estiercol
no despertó mi miedo.

Las fieras eran mansas vistas desde muy cerca.
El insecto no alteraba los sentimientos.

Desconfiado, yo me volví salvaje
al conocer al hombre.



Vladimir Holan (Praga 1905 - 1980)
de su obra Dolor
Traducción de Clara Janés (Hiperión)

12 comentarios:

Rober dijo...

Amigo Nán, Clara Janés es un encanto y tengo su edición de "Dolor" pero creo que no tiene traducido "Una noche con Hamlet".Yo tengo una edicíon hiperantigua que no me convence. Pero buscaré a Clara en cada librería, por si me equivoco. De todas formas me sirve como excusa para poner aquí estos poemas que forman parte de mi imaginario personal. Besos y abrazos.

Rober dijo...

Perdón si no diferenciais los poemas, pero prisas y ordenadores no es mi combinación ... (a ver ahora quién acierta dónde empieza uno y termina otro)

Anónimo dijo...

Al menos es suya la presentación de ese que dices y de "Toscana". Los dos juntitos en un solo volumen. Como creo que también hace de editora en esa casa, seguro que está de acuerdo con las traducciones.

Mira, no voy a esperar tu plácet y en cuanto pueda me lo compro, porque este poeta que has puesto merece la pena en cada poema que conozco de él.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Robe, joder, qué bueno leerte, entre mares, playas, cargado de cosas que no te pesan nada

o tú haces que pesen poco: como se vio obligado a hacer Chatwin al llevarse una cabeza de sarcófago de Egipto por la aduana: mentir diciendo que en la bolsa sólo había ropa y hacer como que pesaba poco. Algo que no debe ser fácil de interpretar. ¿Te acuerdas rodando la cápsula para la presentación de Adicto, yo tirando la maleta por la ventana...? Pues eso, je.)

Me he encontrado gulusmeando por internet con una reseña en que hablan de un volumen de Ediciones del Oriente y del Mediterráneo con versión bilingüe de sus poemarios "Una noche con Hamlet" y "Toscana", con motivo del centenario de su nacimiento. Por si os interesa.

Por lo demás, me han parecido cálidos los poemas, nada oscuros ni crípticos como he leído que le achacan. Y los veo, Rob, en tu imaginario, ahí en una esquina de honor. "I can dig that" :)

Resurrección me ha recordado irremediablemente a lo que Kazantzakis hizo responder a su Lázaro ante la pregunta inevitable de sus congéneres. "¿Cómo es la otra vida?", le acosaron. "Indescriptiblemente parecida a ésta", respondió.

Rober dijo...

Queridos guerrilleros de las redes (que es como llamaros pescadores): Afortunadamente existen los equívocos y las malinterpretaciones. Me parecen altamente recomendables todas las traducciones que, de Holan, he leido por Clara Janés. Mi edición de "Una noche con Hamlet y otros poemas" (esa que no me termina de convencer) es de Barral editores, 1970, traducción de Josef Forbelsky, que todo hay que contarlo y yo pretendía omitir los nombres, porque total para qué. Fue el primer libro que llegó a mis manos de este autor.Yo era un adolescente y los poemas me atraparon a pesar de todo.

Si quereis saber la historia completa, yo os la cuento.
Algunos alumnos del instituto en el que estudié (Sicilia, 1915. Una joven siciliana...) solíamos ir a casa de uno de los profesores de literatura, José María Algaba (luego supimos que era un poeta serio, de los que publicaban y ganaban premios y esas cosas que cuando eres adolescente crees que hacen los poetas) Nos corregía poemas, nos direccionaba lecturas, nos regalaba libros a granel y otros se los robábamos. a veces nos echaba de su casa gritándonos verdades como puños y al día siguiente esperaba algo, quizás un poema, una promesa de lectura, yo que sé.

la cosa es que este libro siempre rondaba por encima de las mesas, josé María nos hablaba del autor, lo dejaba a mano. Yo creo que él pretendía que desapareciera un día. Este no debe ser un libro para regalar. Este es un libro para ser robado. Unido con un vínculo de tales características a Holan, comprendereis que no puedo dejar pasar la oportunidad de hablar de él (y de Algaba)
En fin, Un abrazo para todos.
un abrazo fuerte MM.

Rober dijo...

Por cierto, un poema más de Holan:


En la nada


En la nada gruesa como un libro
[gordo
que tratara de un poema lírico
[perdido
de un poeta desconocido,
[nosotros que en vez de llorar
[sudamos,
nosotros que decimos que suda la
[piedra que llora,
hemos pensado hoy en aquel que se
[ahogó
aprendiendo a nadar para no
[ahogarse...

Mientras tanto, detrás de las
[ventanas, el parque, en otro
[tiempo tan pulcro,
se limpió la nariz de verdura en
[las mangas del viento
y después se le quedó mirando con
[ojos de muérdago...

Anónimo dijo...

me gustaría resucitar entre olores y ruidos cotidianos, el del molinillo de café es uno de ellos, desde luego
gracias por ese poema

Anónimo dijo...

Olusia, la fuerza de tu nostalgia, de tu evocación, nos conmueve siempre. A mí me deja hecho polvo. No cambies.

Olka, sigo esperando el ángel prometido desde todos los tejados de Berlín. Tengo toda la paciencia del mundo, así que no hay prisa.

Lamento dar la noticia de que esta noche murió Kapuscinski. Por lo que decías, creo que se lo habías recomendado a Belier. Yo creo que, al menos en el impulso o hálito, es mucho más Chatwin. Dice mucho que en no sé qué algunos somos chatwinianos, pero es esa manera que tienen los niños (y los viajeros son niños [Kapuscinski no]) de decir "otro" para decir "yo". No conozco a nadie tan chatwiniano como Belier.

Lo que no quita que Belier y muchos de los (s)iberianos y celésticos deberíamos leer a Kap. Espero una buena presentación. Creo que te corresponde hacerla a ti. Si es larga para las playas, me la mandas y la cuelgo en los cielos de B. Si es muy larga, con letra pequeña.

Rob, si cada vez que intervienes nos dejas un poema de Holan, ¿por qué no intervienes más veces?

Besos a todos e incluso a todas (aunque advierto que el viernes por la noche, en uno de mis dos bares favoritos, una nueva "amiga" que me odió nada más conocerme decía "¿pero quién podría atreverse a besar a este hombre?").

Anónimo dijo...

"Hay fronteras que uno tiene que traspasar, barreras del idioma, en la familia, culturales o del amor. Aquellas físicas y metafísicas. Este es el sentido de mi vida" decía Kapuscinski. Joo, me ha dado una pena.
El ángel se retrasa, su dueño no aparece por ningún lado, lo mandaré en plan embrión. buen día a todos.

Anónimo dijo...

no os pasa a veces que cuando leeis a alguien, y admiráis su trabajo, cuando se va, os deja un vacío, casi como si fuese un amigo, o un conocido al menos?

Anónimo dijo...

¿Como la sensación de que el mundo ha sido amputado de algo precioso?

Pero la muerte no deja vacíos (salvo la propia, supongo), sino "llenos".

He sentido lo que dices con escritores y artistas. En realidad nos dejan obra, muchas cosas. Pero a lo mejor traicionan ese deseo no confesado de que alguna vez, milagrosamente, la relación sería más personal. Ya no podrá ser y nos duele.

No sabemos que posiblemente sea mejor que no lleguemos a conocerles. Por eso eLle cuando le gusta un escritor o escritora y le voy a contar algo me dice: "¡No me cuentes nada, no quiero saber nada de él (o ella), lo(la) quiero amar por sus libros!". (eLle es poco literaria {entendamos por esto que, a diferencia de mí, se considera más de carne y hueso que de tinta y papel] y no se pasa la vida haciéndose falsas, veladas, ultrainstantáneas y semiocultas ilusiones).

No he leído a Kapuscinski. Posiblemente de ese "duelo" salgas dándonoslo a conocer. No pienso ni leer lo que digan los periódicos. Espero a que nos lo digas tú.

Rober dijo...

Yo también siento una tristeza relativa y un cierto regusto a hueco por la muerte de Kapuscinski. Nunca deseé conocerlo personalmente, pero ni te imaginas como me influyó. Nos quedan sus entrevistas. No solamente era un gran periodista, sino un gran entrevistado.