19 junio 2008

Lucky se pone a pensar

Dada la existencia tal como demuestran los recientes trabajos públicos de Poinçon y Wattmann de un Dios personal cuacuacuacuacuacua de barba blanca cuacua fuera del tiempo del espacio que desde lo alto de su divina apatía su divina atambía su divina afasía nos ama mucho con algunas excepciones no se sabe por qué pero eso llegará y sufre tanto como la divina Miranda con aquellos que son no se sabe por qué pero se tiene tiempo en el tormento de los fuegos cuyos fuegos las llamas a poco que duren todavía un poco y quien puede dudar incendiarán al fin las vigas a saber llevarán el infierno a las nubes tan azules por momentos aún hoy y tranquilas tan tranquilas con una tranquilidad que no por ser intermitente es menos bienvenida pero no anticipemos y considerando por otra parte que como consecuencia de las investigaciones inacabadas no anticipemos las búsquedas inacabadas pero sin embargo coronadas por la Acacacacademia de Antropopopopometría de Berna en Bresse de Testu y Conard se ha establecido otra posibilidad de error que la referente a los cálculos humanos que como consecuencia de las investigaciones inacabadas de Testu y Conard ha quedado establecido tablecido tablecido lo que sigue que sigue que sigue a saber pero no anticipemos no se sabe por qué como consecuencia de los trabajos de Poinçon y Wattmann resulta tan claro tan claro que…


Esperando a Godot, de Samuel Beckett, traducido por Ana María Moix, Tusquets 2005

10 comentarios:

NáN dijo...

ja, já, Magapol, documentándote, ¿eh? Pero luego, ni te presentas.

Si no fuera porque ya no estaría para contarlo, y porque la inmortalidad me la trae al pairo, ¡qué interesante haber vivido en esa época! Cuando estaba todo por inventar (o por desinventar).

Cuando se creía.

Anónimo dijo...

Jeje, Nán, cierto, documentándome, y si no fui por que tenía una despedida de curso de foto que ni me acordaba... Con esta cita me he querido resarcir…

Yo todavía pienso que hay muchas cosas por inventar. Yo empiezo por mí misma y sigo por ir a un taller a inventar historias y que me cuentes las que otros inventan. Me invento mi vida.

Creo que el miedo a no ser original es lo que impide muchas iniciativas. Tal vez es que nunca somos hijos de nuestro tiempo por eso mismo ¿para qué preocuparse por los juicios de los demás?

Todos tenemos un sombrero a nuestro lado para ponérnoslo y empezar a inventar pensamientos, los que nos salen de dentro, aunque parezcan que no tienen ninguna lógica y nadie los entiende.

NáN dijo...

Yo no lo tengo (el sombrero). ¿Me los prestarás cuando me lleves al desencanto?

Pipa Hidraulica dijo...

Estan todos re locos

NáN dijo...

Un poquito sí se nos va la olla, Pipa. Es una técnica de Resistencia de valor comprobado.

Anónimo dijo...

Te lo presto, Nán, y a Pipa Hidáúlica también, para que pueda comprobar empíricamente que locos somos todos. Aunque re locos sólo somos algunos, jeje.

NáN dijo...

Me da la impresión de que el gran valor de este antiguo texto es que prefigura perfectamente el discurso vacío de la sociedad espectacular, cuando posiblemente era una crítica al discurso retórico de su sociedad.

Lo mejor que le puede pasar a un autor es que esté diciendo algo que ni siquiera sabe que está diciendo. Se asegura así la permanencia.

Gemma dijo...

Pues sí que tiene miga el texto. Requetelocos y requetefelices...

Un totum revolutum el texto que remite al teatro del absurdo...de nuestra vida moderna (o postmoderna, o incluso preindustrial, visto lo visto...)

Saludos

Anónimo dijo...

coger carrerilla y que suene algo, eso es escribir

Anónimo dijo...

Eso de decir irse y no irse es como la vida misma, Lui Lu, además de que cada vez que lo leía me daba la risa, no sé por qué.