24 octubre 2009

Maimónides: Carta a Ben Tibbon (1199)

(...) Y siempre que traduzcas de una lengua a otra, hazlo conforme a la inteligencia que Dios, alabado sea, te ha dado para que comprendas las metáforas, las alegorías y las palabras de los sabios y sus enigmas... Aquel que pretenda traducir de una lengua a otra y se proponga traducir siempre una palabra dada únicamente por otra que le corresponda, guardando el orden de los textos y el de los términos, tendrá que esforzarse mucho para finalmente conseguir una traducción incierta y confusa. Este método no es correcto. El traductor debe, sobre todo, aclarar el desarrollo del pensamiento, después escribirlo, comentarlo y explicarlo de modo que el mismo pensamiento sea claro y comprensible en la otra lengua. Y esto solo se puede conseguir cambiando a veces todo lo que le precede y le sigue, traduciendo un solo término por más palabras y varias palabras por una sola, dejando aparte algunas expresiones y juntando otras, hasta que el desarrollo del pensamiento esté perfectamente claro y ordenado y la misma expresión se haga comprensible, como si fuera típica de la lengua a la que se traduce. Así lo hizo Hunain ben Ishaq con el libro de Galeno y su hijo Ishaq con el de Aristóteles (...)

(Trad. Miguel Ángel Vega).

Textos clásicos de teoría de la traducción, Cátedra, 1994; compilación de Miguel Ángel Vega

8 comentarios:

NáN dijo...

Leyendo los otros textos y viendo la interferencia de la religión en la obras de los traductores, este pensamiento de Maimónides es una explosión de modernidad.

La independiente dijo...

¿Qué decir, Nano?
Una gran cita clásica que no puede ser más moderna. Nihil novum sub sole... y esas cosas.

Un abrazo,
X.

kika... dijo...

Me encanta.

Miguel Marqués dijo...

Magnífico! ¿Me lo prestas? ¿Quizá cuando nos veamos? Estará a buen recaudo, te lo aseguro.

NáN dijo...

claro que sí, Miguel.

pcbcarp dijo...

Más de un traductor actual (me refiero a los humanos) debería leer esto para que se le cayera la cara de vergüenza

Miguel Marqués dijo...

NáN: genial!

pcbcarp: No lo sabes tú bien...! Aunque, más que los traductores mismos, los que más lo sufren son los correctores de estilo (o de falta de estilo) :D.

Microalgo dijo...

Qué maravilla que haya sobrevivido un texto así. Seguro que por los pelos (porque lo escribió un infiel).

Y lo que se habrá perdido por el camino.