10 noviembre 2009

Muñoz Molina sobre el escritor

-- En un momento de la novela dices que la música es una pasión fría y absoluta, también lo es la literatura?

-- Claro, tiene esa doble vertiente, es una pasión fría porque tiene que estar llena de técnica, tiene que estar llena de sabiduría. Pero es una pasión absoluta porque no se puede compartir con nada. No te quiero decir que uno viva sólo para la literatura, sino que la literatura no admite ese dilentantismo de las personas que dicen: «ahora voy a pintar un cuadro», «ahora voy a escribir un libro», «me gusta la profesión que tengo pero por las tardes me dedico a escribir». Yo creo que un escritor, si lo es de verdad, tiene que tener perfectamente claro que su única pasión es la literatura y que si no vive con ella, aunque no de ella, no tiene sentido su vida. Yo he querido ser muchas cosas de pequeño, pero lo único que he querido ser de manera incesante desde que tengo uso de razón es ser escritor.

Entrevista de J.F. Martín Gil a Antonio Muñoz Molina en el número 83 de Quimera, 1989.

5 comentarios:

Gemma dijo...

Pues a eso se le llamaba antes tener vocación, ¿no?

Un beso, Nano

NáN dijo...

Pue sí, Gemma, ya que tú apuntas, hago el primer disparo. Vocación, pero casi casi sacerdotal. Borra de un plumazo, por ejemplo, a Benet y a tantos otros.

Salíamos de una época maximalista en la entrega, y se le nota.

Me parece más acertado lo de pasión fría, aunque también debatible.

En fin cuando uno habla en una entrevista, a esto se arriesga. Y pare eso tenemos este blog, entre otrasw muchas cosas: para "rescatar".

Un besón.

Microalgo dijo...

Bueno, Maeso de la Torre tiene su trabajo y luego se dedica a escribir, con minuciosidad de orfebre...

Pero en términos generales estoy de acuerdo. El que es escritro, suele estar consumido por esa única pasión.

Lara dijo...

Yo digo:

qué fáciles se ven las cosas desde Nueva York.

Eso sí: pasión por descontado.
A borbotones.

Miguel Marqués dijo...

Sí, hay que exigírsela, como a los toreros y a los cirujanos. Rebuscarla entre los pliegues del rato, la memoria y el futuro. Si está, está.