08 febrero 2007




















"Angostas oraciones"

Se supone que el mar
es la gran cosa.
Se supone que sabe
casi todo.
Que sabe a sal.

Pero en aquel momento,
en aquella, la precisa rompiente,
sólo nos dimos cuenta
de lo que estábamos viviendo
ella y yo.

Ella y yo.

Nosotros fuimos ella y yo.

Fue una cuenta muy larga
y los dos la pagamos.
Esa roca y la franja,
esa precisa ola enconcavada,
blanca de tanto azul.
Ese radio de onda continuada
que se partió para
partirme a mí la madre de la roca.
Esa ola
que hizo temblarme a mí.
La ola esa de la que estuve hablando.
Hablando de la piedra que se le enmarañaba.

Su muy flexible roca.

Que los demás regalen
mejores opiniones. Yo digo lo que izamos,
porque ella y yo anudamos
columnas vertebrales,
decidimos acentos
y fuimos engranando
las voces que atraviesan.

(Y muy bonito y todo, pero en este paréntesis
no puede respirarse.
—¿No puedes respirarme?
—No puedo respirarte.
—Entonces nos ahogamos.
—Nos ahogamos.)

Ella y yo sí supimos
cómo fue el rompimiento.

Ahora voy a contarles:
entre otras razones fue cierto sol sonámbulo
y fue la insólita
porosidad que hicimos, que inventamos
abierta con nuestro movimiento,
la parte más extrema de este brazo
buscando nacimientos.

Nadie. Nunca más nadie que ella
podrá ocupar aquellos
movimientos.

Gracias a dos los dejamos callados.

No quisiera mover otros detalles.

Y le sugiero al mar que se retire.


-- A solicitud del buen Nán, un poema del mexicano y ya previamente leído en Las Playas Eduardo Casar, publicado originalmente en la revista Casa del Tiempo de la Universidad Autónoma Metropolitana de la capital de mi país. La ilustración que lo acompaña es uno de los óleos de la serie de paisajes marinos del pintor alemán y tocayo mío Gerhard Richter.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Y aprovechemos todos para sugerirle al mar que se aparte un momento para ir a dar un abrazote de celebración a ese niño de México que tiene ya 27 cortísimos añitos y cinco larguísimos días.

¡vais (Eduardo, Gerhard y Gerardo) a dejar boquiabierto a más de uno! incluidos Igor y yo, que ya nos quedamos así de sorprendidos.

Gerardo dijo...

Jajajaja gracias mi hermano!!!!

Un abrazo,

Anónimo dijo...

¡Muchas felicidades Gerardo!! ¡Eres todavía un pipiolillo muy chavito!!

Gerardo dijo...

Gracias querida Lupita!!!

A ver cuándo regresas a México y ahora sí tomamos unas cervezas!

Si no, cuando yo vaya a Madrid te llevo un traste de carnitas.

Un abrazo,

Lara dijo...

He abierto las Playas en mi primera noche de internet (gracias, todo hay que decirlo, a Okr) en Zarzalejo. El poema ha ido apareciendo poco a poco, lo he leído asombrada y sin querer saber quién lo había colgado hasta que llegara al final. Iba descartando personas por momentos. Tú estás tan al otro lado que no te descarté, menos mal, porque casi cumplías años. Nán, ya sabía yo, algo tenía que ver con esto, también, aunque confieso que andaba despistada.

No sé si volver a leerlo ahora. El descubrimiento de cada verso blancosobrenegro en el borde inferior de mi pantalla ha sido extraño y traía consternación.

Misión cumplida.

Gracias.

Gerardo dijo...

De nada, querida Lara.

Vuélvelo a leer una noche de éstas, yo diría.

Un abrazote,

Gerardo dijo...

Y yo pensaba que eso tan mexicano de "partirme la madre" me delataría de inmediato...

;-D

Miguel Marqués dijo...

Coño, felicidades.

Víctima eterna del síndrome by-pass, no me he acordado de tu cumpleaños acuariano hasta que he vuelto de Granada, precisamente de celebrar el de mi madre, que cumple seis días después que tú (pero te dobla en edad).

No recuerdo ahora mismo tu cumpleaños en Pella pero sí aquella vez con los trineos improvisados, fumados hasta las cejas. Probablemente algún golpe en la nuca esa noche helada, de los muchos que nos dimos, me borró la parte refereida a tus... ehmmm... 22 años?

Bueno, qué tiempos. Por el momento felicidades, y felices 27 todo el año!!!

Miguel Marqués dijo...

Y el poema es brutal, marítimo, revelador, sutil, brutal.

Gerardo dijo...

Jajaja tengo por ahí una foto de mi fiesta de cumpleaños en el Dog Pound con toda la horda de foreign students como nosotros (las francesas, el asiático aquel que jugaba soccer y dos o tres galeses). Voy a escanearla cuando pueda y te la mando. Tú aún no tenías barba y te ves bien chavito. Gracias por la felicitación, y un abrazo de felicitación igual a tu señora madre de mi parte!