08 marzo 2007

-Quítese eso, María, voy a ponerle un linimento estupendo.
-¿En mi cocina? -dijo María molesta.
-En su cocina, claro.
La criada, por pudor, colocó una tapadera encima de la leche. Luego, con la mano libre, desenrolló su vendaje con solemne lentitud, y tendió a Alice su antebrazo como si hiciera entrega de las llaves de una ciudad rendida.
-¡Oh! -exclamó Alice-. ¿Fue agua hirviendo, o el borde de la plancha de la cocina?
-Nada de eso, señora. El atizador.
-¿El atizador? ¿Cómo el atizador?
Se miraron y María explicó risueñamente:
-Se trata de una adivinanza. ¿La señora no adivina quién me ha hecho esta ampolla tan grande?
Señaló con la barbilla, por la ventana abierta, el huerto y los bancales de legumbres.
-Ha sido aquel gordinflón. El imbécil. Ese de las nalgas gordas. El mandria.
-¿Su marido? ¿Qué le pasa?
-Se venga.
-¿De qué?
-De que es mi marido y yo soy su mujer. Con eso basta. ¿La señora no lo cree?

Dúo, 1934
Sidonie-Gabrielle Colette (Yonne, 1873 - París, 1954)
Traducción de E. Piñas

4 comentarios:

NáN dijo...

Impresionante, cómo resume en 20 líneas lo que ha sido, lo que todos seguimos pagando que haya sido así (los verdugos y las víctimas, todos locos).

Gracias, Reina.

isobaras dijo...

¿cómo está ese libro, lariti?

Lara dijo...

Yo creo que a ti te encantaría. Te lo bebes en una tarde y entras en la languidez cínica parisina de principios de siglo XX. Me ha encantado.
(Hay que joderse, Nán, que hoy que no me has preguntado nada voy y lo cuento.)
El caso es que el fragmento que he elegido es un poco atípico, porque hay mucho feminismo (del bueno) en el libro, pero no es un alegato contra la brutalidad masculina. De hecho, la despreocupación de ambas mujeres, la falsa resignación ante el macho, la despreocupación frívola y a la vez ardiente es lo que me ha llamado la atención, no la furia denunciante, que en ningún momento aparece.
Si puedes pillártelo, genial. Anagrama.

Miguel Marqués dijo...

El tono encaja justo con lo que me había imaginado (porque tú me lo habías contado). ¡Debe ser una gozada, sobre todo para el amateur/amatrice de la época/ambiente/espíritu!