05 marzo 2007

En el principio fue la lluvia. Llevaba lloviendo ya unos días y cerca de la Iglesia de los Resurrectos el agua había esculpido canales por los que fluían desde el bosque toda suerte de ramitas, briznas de hierba y piñas diminutas. Me gustaba quedarme parado en aquel lugar. El agua bullía sobre el lecho de piedras arrastradas desde el camino, los arroyos se unían en un torrente decidido que seguía bajando por la calle de Gomólka, atravesando la de Chrzanowski para, finalmente, desparramarse en grandes charcos a ambos lados de la carretera. La colina detrás de la iglesia se veía envuelta en la niebla. De las ramas de pinos y abetos caían pesadas gotas de lluvia y todo, también los tejados de las casas y el campanario de madera, estaba sumergido en un monótono susurro.

Todos los años el olor del verano llegaba por el mar. La suave brisa traía consigo el aroma de las redes tendidas al sol y el sabor de la sal que se podía sentir en los labios. Pero esta vez el verano mostraba su otra cara, una cara diferente, oculta hasta ahora. El aroma del moho, los hongos, la resina y de distintas hierbas aromáticas se elevaba por encima de los charcos en un caldo espeso, y volvía con cada olaeada de lluvia colmando jardines y calles, mientras el verdor fulminante parecía reventar los húmedos muros de las casas, que, año tras año, perdían sucesivas capas de pintura, descubriendo a veces fragmentos de frases indescifrables.


Paweł Huelle (Gdańsk, Polonia, 1957), Cuentos para tiempos de mudanza


18 comentarios:

NáN dijo...

¡Cuántas tonalidades, Olusia! Y un vocabulario riquísimo (y nada fácil). Has ayudado mucho al autor a presentar un texto lleno de color y olor.

Tu español es de mucho nervio (ya lo dije un día). Un ejemplo, "el agua bullía".

En el lado negativo, dudo de "Resurrectos". Algún exceso de gerundios... ¡Y nada más!

¡¡Genial!!

Del autor, del texto, tengo poca información. Pero tu texto, me repito, funciona muy bien.

Anónimo dijo...

ya no dudo.
Guillén tiene la palabra en "Final" y es aceptada por Antonio Gómez Yebra, ahí es ná, que se refiere a ella por otro motivo.

Es rara, la palabra, pero válida. Y desde luego mejor que sus posibles competidoras.

¡Me la quedo, gracias! Póngame media docenita más como ésta.

olusia dijo...

lo dices por los "Resurrectos"? Es de las pocas cosas en las que pude pararme a pensar (el tiempo sigue corriendo y no a mi favor por desgracia) y documentarme un poco (a veces me entra el gusanillo cotilla). Es una orden pequeña que apareció en el siglo XIX (en 1842 para ser exactos) como fruto de la colaboración entre algunos misioneros polacos exiliados en París. Y el nombre, que suena igual de raro en polaco, se asemeja (curiosamente en español también) a la palabra "insurrectos" (zmartwychwstancy- powstancy). el parecido no es fruto del azar, en aquella epóca polonia estaba dividida entre tres potencias- asutria, rusia y prusia- y básicamente no existía como país, pero sí en las mentes y los corazones (qué bonito) de sus gentes, que luchaban por preservar su identidad. unos colaboraban más que otros. como esos misioneros patriotas, ¿los Resurrectos?, en polaco sí, en español no fui capaz de encontrar nada acerca de ellos :(

Anónimo dijo...

entonces, ¡sobresaliente cum laude!

No, en serio, no había pensado en insurrectos-resurrectos. ¡Es una preciosidad de palabra!

Anónimo dijo...

entonces, ¡sobresaliente cum laude!

No, en serio, no había pensado en insurrectos-resurrectos. ¡Es una preciosidad de palabra!

Gerardo dijo...

Puta madre. ¿Tú lo tradujiste, y del polaco?! Please explain more.

El único que te puede contestar es mi compatriota López Velarde (Ramón), con un poema de 1919.

"El retorno maléfico"

Mejor será no regresar al pueblo,
al edén subvertido que se calla
en la mutilación de la metralla.

Hasta los fresnos mancos,
los dignatarios de cúpula oronda,
han de rodar las quejas de la torre
acribillada en los vientos de fronda.

Y la fusilería grabó en la cal
de todas las paredes
de la aldea espectral,
negros y aciagos mapas,
porque en ellos leyese el hijo pródigo
al volver a su umbral
en un anochecer de maleficio,
ala luz de petróleo de una mecha
su esperanza deshecha.

Cuando la tosca llave enmohecida
tuerza la chirriante cerradura
en la añeja clausura
del zaguán, los dos púdicos
medallones de yeso,
entonando los párpados narcóticos,
se mirarán y se dirán: "¿Qué es eso?"

Y yo entraré con los pies advenedizos
hasta el patio agorero
en que hay un brocal ensimismado,
con un cubo de cuero
goteando su gota categórica
como un estribo plañidero.

Si el sol inexorable, alegre y tónico,
hace hervir a las fuentes catecúmenas
en que bañabáse mi sueño crónico;
si se afana la hormiga;
si en los techos resuena y se fatiga
de los buches de tórtola el reclamo
que entre las telarañas zumba y zumba;
mi sed de amar será como una argolla
empotrada en la losa de una tumba.

Las golondrinas nuevas, renovando
con sus noveles picos alfareros
los nidos tempraneros;
bajo el ópalo insigne
de los atardeceres monacales,
el lloro de recientes recentales
por la ubérrima urbe prohibida
de la vaca, rumiante y faraónica,
que al párvulo intimida;
campanario de timbre novedoso;
remozados altares;
el amor amoroso
de las parejas pares;
noviazgos de muchachas
frescas y humildes, como humildes coles,
y que la mano dan por el postigo
a la luz de dramáticos faroles;
alguna señorita
que canta en algún piano
alguna vieja aria;
el gendarme que pita...
...Y una íntima tristeza reaccionaria.

Gerardo dijo...

Y una disculpa por el error en la penúltima línea del tercer párrafo (debe decir *a la*), eso pasa por no dar la famosa "vista previa" y tener sueño.

Gerardo dijo...

En México son la 1:50 de la mañana.

Anónimo dijo...

Que tú tengas sueño cuando yo estoy más despierto, me da la esperanza infundada de que podré avanzar deprisa y algún día sabré tanto como tú. Siempre se me olvida que también yo acabo por dormirme.

Ah! y las tristezas, por íntimas que sean, no serán reaccionarias si saben tomar partido.

Ah! y qué bien traduce esta chica, ¿verdad?

ah! y vayan a la Estrategia de Malverde para conocer de Braudillard la noticia, allí tan bien contada.

(y tú, pendejo, no empieces a salirme de juerga las noches de los martes).

Anónimo dijo...

si antes era por lo de braudillar, que está tan bien explicado, ahora hay que visitar la casa de Malverde por la mención a olusia, el modo en que resalta su hermosa traducción (que le verdad es que es mafgnífica), y por la repetición en frontpage de ese estupendo poema (que a mí me hace pensar en los tristes años 39-42 de España), no dejéis de ir a http://malverde.blogspot.com/.

Hoy te sales, Gerard, a pesar de que empiezas a trasnochar el segundo día de la semana: espero que algún buen concierto de jazz lo justifique, :-).

¿Entendéis por ahí la expresión "hoy te sales"?

Gerardo dijo...

Jajajaja ¿"hoy te sales"? Lo entiendo como "Hoy te emborrachas a como dé lugar, y me mandas una botella de tequila por Fedex apenas puedas".

¿Algo así quiere decir? :-D

Y me parece muy acertada tu analogía con la época franquista. López Velarde (quien además fue el verdadero padre del modernismo en México, ídolo de Octavio Paz y de prácticamente todos los poetas mexicanos del siglo XX) se refiere a una ciudad que fue abatida por las batallas de la revolución, y que poco a poco comienza a ser reconstruida ("campanario de timbre novedoso", "remozados altares", "las golondrinas nuevas"). Toda esa remodelación le causa al poeta una "íntima tristeza" que yo (seguro tú igual) conozco (conoces) muy bien, esa nostalgia de regresar a tu ciudad natal ("el hijo pródigo / al volver a su umbral / en un anochecer de maleficio / (... con la) esperanza deshecha") y sentir de lleno la otredad: la ciudad no te reconoce porque no eres el mismo, pero tampoco la ciudad es la misma ya. Y lo más triste de todo, ¡es que todo eso sucede a pesar de tu gigantesco deseo de amarla, de amar a alguien y de ser amado! ("mi sed de amar será como una argolla / empotrada en la losa de una tumba").

Estilísticamente, con lo que me quedo del poema son los brutales, devastadores y originalísimos adjetivos que usa don Ramón ("los púdicos medallones de yeso", "los párpados narcóticos", "goteando su gota categórica", "el sol inexorable, alegre y tónico", "las fuentes catecúmenas", "la ubérrima urbe prohibida", "la vaca, rumiante y faraónica", etc.

Sin embargo, mi parte ultra-favorita del poema es cuando habla de las muchachas jóvenes de su pueblo, "humildes como humildes coles".

Ahh, la poesía.

¡Un abrazo Nán!

Gerardo dijo...

Ah, y refiriéndome a un comentario tuyo que olvidé contestar en mi blog, esto que estamos haciendo ahora es precisamente ser Dj's de poesía, ¿no te parece?

Justo la semana pasada mi hermano (no de sangre, mas sí de espíritu) Enrique y yo hicimos un mano a mano de DJ's (quizás viste el flyer en mi blog, sobre un concierto de jazz con DJ's, ese DJ Malverde soy yo). Lo que hicimos fue prácticamente lo mismo que hacemos aquí: yo empiezo con una canción (digamos algo de latin jazz como Paquito D'Rivera), él contesta con algo de hip hop (por ejemplo Dr. Dre), yo contraataco con algo de Beastie Boys, él devuelve de volea con Café Tacuba, yo esquivo la bala y pongo a su consideración algo de rock pesado (digamos Queens of the Stone Age), él acepta el relevo y nos presenta algo de Babasónicos, a mí me da una nostalgia de la Argentina y continúo con los Fabulosos Cadillacs, y él remata con algo de Gotan Project (los DJ's que están reinventando al tango). Y luego empieza el concierto de jazz con mi amigo Armando, guitarrista radical. ¡Deberías vernos en acción un día, querido NáN!

Anónimo dijo...

Joder Gerardo, ya me gustaría ya... En DF, tonto perdido varios meses sin más que hacer que esperar la noche, leyendo durante el día en hoteluchos. ¡¡¡Agrhhgg!!!

¡¡¡Y mucho más me gustaría tenerte de DJ con los platos y mucho jazz subiendo y bajando volumen y todos los siberianos recitando poemas nuestgros o de otros!!! Sin pausa desde el anochecer al amanecer. Una noche a la semana como mucho, claro. ¡¡Agrhhh!!

Anónimo dijo...

Y pasando al otro tema, tu poeta es de poner los pelos de punta.

Anónimo dijo...

¿Te das cuenta de que como los cronopios en un funeral ajeno nos hemos apropiado del espacio?
Conozco la foto y claro que me gusta esa mirada de ido. Pero prefiro esta por la mirada del que se va y por el gato. Me encantan los gatos, pero nunca tendría uno, porque simplemente los gatos no se tienen.

En fin! Ayer estuve oyendo una vez tras otra hasta 10 el Hey Joe de Hendrix; también el de Willy de Ville, pero sobre todo a Hendrix, porque me apasiona la segunda parte, cuando se limita a cantar el estribillo y la batería y el bajo se hacen con el espacio. El bajo hace dum-dum-dum-dúm, dum-dum-dum-dúm, dum-dum-dum-dúm, dum-dum-dum-dúm. Así, cuatro veces, y la batería le contesta chás-chás-chás-, chás-chás-, chás-chás-. Si lo pones entenderás.

Si lo pusieras y al final consiguieras extraer casi exclusivamentye el bajo y la batería, desde atrás, casi en lo oscuro y con un micro, diría un texto del que te dejo aquí las 10 líneas primeras de muchas:

Teníamos cien pesetas de amor
y unas monedas para las propinas
la primera vez que nos quedamos solos.
Las contamos bien, no daban para más
que dos días (y tres noches de prestado).
Se te debió ocurrir a ti la idea
Dejaste una caricia a medias
una emoción inacabada
que atravesara el día hasta el regreso.
Yo entrecorté una frase
que te dejó pensativa hasta la noche
que quedaba separada por el día.

Así adiós fue un hasta luego.

Anónimo dijo...

yo comapartí casa con muchos, hasta con nueve en una época de inusual frío, son animales independientes, fronterizos, con mucho carácter, pero leales y cálidos cuando uno más los necesita.

gracias chicos por las críticas constructivas y los elogios (no hay manera, me sigo poniendo como un tomate con cada uno de esos últimos) y por ese duelo de dos DJ's de la poesía,:*

Anónimo dijo...

nunca he tenido gatos, pero me he no-llevado muy bien con ellos.

Al que más recuerdo es al de mi vecina, que en los 4 o 5 meses que se duerme con los balcones abiertos sabía cuándo no estaba L en casa y saltaba de balcón en balcón hasta meterse en mi cama. Se levantaba conmigo, me veía tomar el café por la casa, fumando y de un lado para otro (fumaba todavía) y luego se iba a la puerta de la casa y se estiraba. Yo cogía las llaves de su casa, le abría la puerta y se iba directo a su cocina a desayunar.

No creo que ni tres veces en todo ese tiempo le acariciara el cabezuelo. Pero estaba bien conmigo. Y yo con él.

Decididamente, me entiendo con ellos, pero en media distancia. Cada uno a lo suyo.

Miguel Marqués dijo...

Aleksandra Kucharczuk, deja de ponerte colorada, parece mentira. Acéptalo ya: redactas *muy bien* en español, y tienes un finísimo olfato que a mí ya se me escapa.

Date por traductora directa e inversa. Date por futurible disfrutona de las letras. ¡De una vez, hombre!

Un beso,
Miguel