Para mí es muy temprano, me fui a acostar de día, no consigo definir a aquel sujeto a través de la mirilla. Estoy atontado, no entiendo al sujeto allí parado con traje y corbata, con el rostro entumecido por la lente. Debe ser algo importante porque oí que el timbre sonó varias veces, una, camino de la puerta y por lo menos tres dentro del sueño. Voy adaptando la vista y empiezo a pensar que conozco aquel rostro de un tiempo distante y confuso. A no ser que llegara dormido a la mirilla y conozco aquel rostro de cuando aún pertenecía al sueño. Tiene barba. Puede ser que yo haya visto aquel rostro sin barba, pero la barba es tan consistente y áspera que parece anterior al rostro. El traje y la corbata también me incomodan. No conozco a mucha gente de traje y corbata, mucho menos con el cabello cayendo hasta los hombros. A las personas de traje y corbata que conozco las conozco detrás de una mesa, ventanilla, no son personas que vengan a llamarme a la puerta. Intento imaginar a aquel hombre bien afeitado y en mangas de camisa, no tengo en cuenta la deformación de la mirilla y sigue siendo alguien conocido pero muy difícil de reconocer. Y el rostro del sujeto así de frente y estático, enmaraña aún más mi juicio. No es propiamente un rostro, es más la identidad de un rostro, que difiere del rostro verdadero cuando más se conoce a esa persona. Aquella inmovilidad es su mejor disfraz, para mí.
Esta es, más vale tarde que nunca, la segunda entrega de escritos hechos por famosos no escritores.
Estorvo (1991), de Chico Buarque (Francisco Buarque de Hollanda, Río de Janeiro, 1944), cantante y compositor.
Traducción del portugués de Bethisa Benarif.
29 mayo 2007
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5 comentarios:
Original (comienzo del capítulo primero):
Para mim é muito cedo, fui deitar dia claro, não consigo definir aquele sujeito através do olho mágico. Estou zonzo, não entendo o sujeito ali parado de terno e gravata, seu rosto intumescido pela lente. Deve ser coisa importante, pois ouvi a campainha tocar várias vezes, uma a caminho da porta e pelo menos três dentro do sonho. Vou regulando a vista, e começo a achar que conheço aquele rosto de um tempo distante e confuso. Ou senão cheguei dormindo ao olho mágico, e conheço aquele rosto de quando ele ainda pertencia ao sonho. Tem a barba. Pode ser que eu já tenha visto aquele rosto sem barba, mas a barba é tão sólida e rigorosa que parece anterior ao rosto. O terno e a gravata também me incomodam. Eu não conheço muita gente de terno e gravata, muito menos com os cabelos escorridos até os ombros. Pessoas de terno e gravata que eu conheço, conheço atrás de mesa, guichê, não são pessoas que vêm bater à minha porta. Procuro imaginar aquele homem escanhoado e em mangas de camisa, desconto a deformação do olho mágico, e é sempre alguém conhecido mas muito difícil de reconhecer. E o rosto do sujeito assim frontal e estático embaralha ainda mais o meu julgamento. Não é bem um rosto, é mais a identidade de um rosto, que difere do rosto verdadeiro quanto mais você conhece a pessoa. Aquela imobilidade é o seu melhor disfarce para mim.
Chico, no se puede esperar menos de él...
Saludos y gracias por mostrar las cosas buenas que se hacen, pero que se empeñan en no difundirlas!
Besos!
Una barba anterior al rostro. Voto a Bríos. Eso es una barba a la que le ha salido un bicho enorme y vivíparo detrás. Como un piojo gigante que anda a dos patas, habla y hasta canta.
No lo hacía yo tan thriller a este hombre. Qué buena forma de hablar de esos despertares indeseables, trastabillando hasta la puerta, o el teléfono, o la cremallera de la tienda de campaña.
Bem legal, eu gosto muito!
Interesante y atractiva la aportación. La mar de útil. A diferencia del anterior, este texto no me gusta nada, (pero tampoco me gustan muchos de los "literarios", así que el problema es otro).
Es una pena que sea tan poco frecuente.
¡gracias!
A ver si salen más. No creo que haya muchos textos buenos por ahí. Al fin y al cabo escribir no es lo suyo, jeje, pero bueno, es algo curioso.
:)
Si encontráis algo por ahí, lo añadimos a la bolsa de pseudoescritores.
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