08 diciembre 2006

Dos monos de Bruegel

Así es mi gran sueño del exámen de graduación:
Dos monos encadenados, sentados en una ventana.
Tras ella revolotea el cielo,
Chapotea el mar.

Me examino de historia de las personas.
Titubeo, vacilo,
Y sigo adelante.

Un mono clava en mí su mirada, escucha, irónico, mis respuestas
El otro dormita, o eso parece-
Mas cuando a la pregunta le sigue el silencio
Me secunda con el suave tintineo de sus cadenas.
Wislawa Szymborska (Kórnik, 1923)

9 comentarios:

NáN dijo...
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NáN dijo...

nán dijo...
Creo que he sido muchas veces (demasiadas) el mono que secunda con el suave tintineo de sus cadenas. De todas esas veces, muchas ni siquiera fui percibido como tal. ¿Seguro?

En cualquier caso, hace falta la voz del poeta para que uno, el lector, se percate de esas cosas.

¿Es que me fui de aquí cuando empezaba la fiesta? Falso. No me he ido. Cada vez hago más el papel de quien abre la puerta. Pase la señora, o el señor. Acomódese. Estoy aquí para dar la bienvenida.

Nada había leído de la Szymborska. Ahora, en a media voz, he leído ya tres poemas. Más el de los monos, que son 4.

Gracias. El dibujo estupendo. El poema, como tiene que ser. Doloroso.

Lara dijo...

Qué sorpresa (Nán, menos mal que estabas por aquí y no me he llevado el susto sola).

Repito: ¡qué sorpresa!

Y qué detalle esta mujer que aparece siempre en mi vida como a raudales. O mucho, o nada. Pero siempre acaba apareciendo. Qué grande es.

Y... ¿Olka?

Bienvenido sea tu guante.

isobaras dijo...

Bienvenida, bienvenida, bienvenida. ¡Que alguien abra una botella!

NáN dijo...

Pues abierta debe estar ya en cada casa y cada bar, si tú tanto lo pides. ¿Quién será? ¿Y en qué país vive que se reproducen tanto las ardillas?

Pues que sea champán, nada de cava ni cerveza. Hay que dar ocasiones muchas para que podáis hacer vuestro, no tantos años después, este final del poema Para ser leído muchos años después de Luis García Montero:

Desde que anochecimos con ojos de bolero
la vida ha sido a veces
asistir dulcemente a un cine de verano
lleno de irealidad,
pero también a veces pasarse al enemigo.
Vengo, pues, a ofreceros desde entonces,
como un pellizco obsceno debajo de las faldas,
aquellos años nuestros con sabor a champán.


(no os olvidéis de vivir y beber estos, para luego ofrecer aquellos).

Anónimo dijo...

no se me ocurría nada que pudiera aportar a vuestra vastísima cultura literaria hasta que se me ocurrió presentaros la creación de mis paisanos (que no vienen del paraíso de las ardillas), de escasa o nula vida en el mercado hispano. aquí los iré colgando según existencias, que dependerán del tiempo del que disponga (escaso o nulo a día de hoy). espero que lo podáis disfrutar a pesar de la forma y que más allá de esta, podáis captar el contenido

gracias por la bienvenida :)

MSalieri dijo...

Bienvenida, niñica. Saludos a los manchesteros de por allí.

Lara dijo...

Coño, ya sé quién eres.

Un beso.

Bienvenida, sí.

NáN dijo...

¡Coño! ¡Qué brutalmente cercana eres!
Beso para ti,
Beso para OKR
Beso para Olka
Beso para Isobaras
Beso para Comentario Suprimido

(Terminado el puente vacacional, acabo de intentar colgarme de una botella de Johnny Walker en la Tete y de otra igualita en la Manu. Ineficaz e infructuosamente). Digo todo esto por lo de la trama.

Pero también lo digo para introducir este fin del poema "Venus y Marte" de Luis García Montero, desde el que intenté lanzarme (en vano) varias veces al poema siguiente ("Nadadora del norte con familia y poeta").

"...
Tú vuelves a tu bar, que abre a las siete,
y al otro lado de la barra yo
regresaré a mi mundo
de los domingos en la casa propia,
con libros retrasados y trabajos
que debiera entregar esta semana.

(mi muy querido) Luis Garía Montero.